La dermatóloga María Gabriela Díaz (mat. N° 4757) dialogó con Veo Noticias sobre los cuidados que hay que tener para evitar complicaciones en la piel con la exposición al sol. También mencionó la importancia de llevar un control sobre los lunares.
"Los dermatólogos siempre priorizamos el uso del protector solar. Debería ser mayor a un factor de protección 30 y que tenga factor UVA como UVB, que son los dos rayos solares que nos dañan la piel, y las medidas físicas que ayudan un montón porque el protector hay que colocarlo cada dos horas. Muchas veces se pasa un poco el tiempo, entonces usar el gorro, mangas largas si uno trabaja al sol y otras medidas físicas que ayuden a la protección solar", explicó.
En este sentido, la dermatóloga explicó que las consecuencias pueden ser de dos tipos: agudas y/o crónicas. La primera hace referencia a las quemaduras intensas de la exposición al sol. "La fotoexposición solar sin protección produce un daño en piel crónico. Eso se ve con los años", añadió sobre las consecuencias crónicas.
En cuanto a los cuidados que se deben tener con los niños, Díaz afirmó que "hasta el año no deberían estar expuestos al sol". "Los protectores solares de los niños son distintos no sólo por el factor de protección, sino que químicamente están compuestos por factores de protección que son físicos", detalló.
Por otra parte, si bien la exposición solar es considerada positiva en algunos aspectos como la vitamina D, la profesional explicó que debe ser "en la justa medida y en los momentos que uno debe", ya que lo ideal sería hasta las 10.00 y a partir de las 16.00.
Por último, Díaz mencionó la importancia del control de lunares. "Los lunares no se despiertan un día y son malignos. Van siendo de a poco. El tema es prestarse atención, más allá de hacerse un control con el dermatólogo", concluyó.
