En declaraciones formuladas a Radio Provincia, el funcionario destacó la articulación que se realiza desde el Estado con "la gran red social" compuesta por "iglesias, escuelas, organizaciones y comités barriales", y reiteró que, en la actualidad, unas 11 millones de personas reciben asistencia alimentaria, tres millones más que antes de la pandemia.
Arroyo detalló que, "a las personas de pobreza estructural que ya estaban en los comedores, se agregó la gente que hace changas" y que, producto de la cuarentena, debió dejar de trabajar, y agregó que también aumentó la demanda alimentaria otro sector: el mozo, el taxista o el que coloca durlock".
Arroyo precisó que desde el Poder Ejecutivo Nacional se entrega alimento a través de diferentes mecanismos: "Mediante transferencia de fondos a provincias y municipios, por la Tarjeta Alimetnar o girando directamente el dinero a 5 mil comedores para que ellos compren su propia mercadería", detalló.
Expuso el ministro que, en el marco de la crisis sanitaria por la pandemia de coronavirus, desde el Gobierno se hace hincapié en dos ejes: la asistencia alimentaria y el impulso al trabajo "para poder salir adelante".
"El camino de salida es el trabajo. Por eso estamos encarando un programa en ese sentido basado en cinco sectores (construcción, producción de alimentos, industria textil, economía del cuidado y reciclado)", describió y apuntó que, para dar impulso a ese plan, "se están armando esquemas con provincias y municipios para comprar herramientas y máquinas".
Sostuvo que ello requiere de "un Estado inteligente porque hay 2.200 municipios" en todo el país, por lo que se necesita "ver cómo fortalecer al sector de la economía informal que la tuvo complicada y se comió los ahorros en esta cuarentena".
"La reconstrucción pasa por el trabajo", remarcó el ministro y manifestó que, si bien "la ayuda social se va a sostener durante un tiempo largo", el deseo del Gobierno es "pasar de la asistencia alimentaria al empleo".
Fuente: Télam