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Asaltaron a dos estudiantes de la Escuela Avellaneda mientras jugaban en un parque cercano

Ahora la inseguridad se reflejó en chicos de 15 años. La policía no les creyó a los estudiantes que fueron a pedir ayuda. Tuvo que actuar el director. Una joven terminó golpeada en la cara.

21 de noviembre de 2024


Los hechos de inseguridad de todo tipo, razón y circunstancia, se siguen sucediendo en la ciudad de Santa Fe y los vecinos aumentan proporcionalmente su preocupación en este sentido.

Este miércoles pasado el mediodía, dos adolescentes, alumnos de la Escuela Avellaneda, fueron asaltados por un malviviente, en una zona descampada de Calcena y Laprida, mientras esperaban por ingresar a Educación Física.

Indignada, Marcela, mamá de uno de los dos estudiantes atacados, indicó que “estaba en la canchita de fútbol a una cuadra de la Escuela Avellaneda, estaba con compañeros de otro turno. Fueron a jugar, le digo que no saque el teléfono en la calle pero al mismo tiempo le pido que me atienda cuando lo llamo. Cuestión que miró el celular y ahí fue cuando paró un Fiat Palio blanco, de donde se bajó un hombre morocho, de 1,80, de unos 30 años, con tatuaje, fue al baúl del auto sacó un caño con una madera, lo que sería un arma casera, va hasta donde estaba una chica, le pega y le saca el teléfono, y a mi hijo lo aborda y le roba el celular también amenazándolo con el arma mientras una señorita rubia lo esperaba en auto con la cara tapada” y lo curioso fue que “rápido los chicos vieron a dos policías caminantes, les pidieron ayuda pero los agentes no les creyeron” tras lo cual “fueron a la escuela, el director llamó al 911, vinieron efectivos de la Comisaría 5ª y toman la denuncia”.

Luego llamaron a ambas madres y a Marcela le avisaron que su hijo se había ido de la escuela, caminando, a la deriva: “Lo esperé, cuando lo veo, iba solo con las zapatillas en la mano y la mochila, en un estado terrible, lo vi y me puse a llorar, fuimos a la comisaría 3ª a hacer la denuncia también” y “esta mañana vine a la escuela a pedir explicaciones de por qué lo dejaron ir solo después de haber sido asaltado”.

La mamá contó que “las cosas pequeñas que pasan, pequeños robos, los esconden, no nos informan y los padres no nos enteramos” y reflexionó que “los chicos están encerrados hasta con rejas, porque hay gente que no sabe convivir y vive de lo ajeno, por lo menos una condena social”.

Marcela pidió que “los legisladores que tienen grandes sueldos, los hijos van a escuelas privadas, tienen ellos seguridad privada, que por lo menos hagan que los delincuentes paguen por lo que hacen y que trabajen por lo que ganen” y solicitó más presencia policial en la zona.

“Esto es una crónica de una muerte anunciada –agregó- porque algún día un pibe va a querer evitar el robo, porque a lo mejor sus papás después no pueden comprarlo, y le van a pegar un tiro”.