Por Juan Trento
Esta tarde de domingo, antes de las 15, la decidida actuación de oficiales y suboficiales del Comando Radioeléctrico capitalino, lograron salvar tres vidas al ingresar en una vivienda ubicada en San José al 6500 del barrio Los Hornos en llamas bajo un fuego infernal. La rotura de la puerta principal de la vivienda en medio de los gritos y pedidos de auxilio de las personas mayores atrapadas decidió a los oficiales policiales que recibieron la ayuda del vecindario a rescatar con vida a las tres personas del interior del inmueble. Las personas rescatadas son un abuelo casi centenario de 97 años llamado Carlos Ojeda, Cecilio Ramón Vargas de 75 y Estela María Ojeda de 56 años, todos con evidentes problemas respiratorios. Llegaron luego los bomberos que extinguieron por completo el foco ígneo y luego enfriaron las paredes de la mampostería del inmueble. Un médico del SIES 107 revisó a las tres personas rescatadas y Ojeda fue llevado al nuevo hospital Iturraspe, donde fue compensado y recibió asistencia respiratoria mecánica y quedó internado, en tanto,Vargas de 75 años fue llevado al hospital Cullen, donde recibió asistencia y curaciones de los médicos de la Emergentología.
Denuncia
Faltaban algunos minutos para llegar a las 15, cuando los vecinos que viven cerca de una vivienda familiar de calle San José al 6500, comenzaron a escuchar los gritos desgarradores de personas pidiendo auxilio. Ellos fueron los que denunciaron el suceso a la central de emergencias 911. El operador envió al patrullero del Comando Radioeléctrico capitalino con un oficial y un suboficial que cuando llegaron al inmueble se encontraron con los vecinos y las llamas que se devoraban la vivienda con personas adentro. Ellos y los vecinos tiraron la puerta del frente abajo, ingresaron y rescataron a las tres personas, una mujer de 57 años, y dos abuelos mayores de 97 y 75 años.
Asistencia a los abuelos
Luego, llegaron los bomberos zapadores policiales que se encargaron de sofocar el verdadero infierno desatado dentro de la vivienda, y cuando lo lograron, iniciaron la segunda etapa que es la del completo enfriamiento de la mampostería. Llegaron al lugar dos médicos en dos ambulancias del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias SIES 107, que asistieron a los dos abuelos mayores con evidentes problemas respiratorios por la inhalación del humo y Carlos Ojeda de 97 años fue llevado de urgencia al nuevo hospital Iturraspe, donde recibió asistencia respiratoria mecánica, y Cecilio Ramón Ojeda de 75, fue derivado al hospital Cullen, donde también la misma asistencia que al anterior, y una vez compensado, quedó internado en observación.
