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Balacera frente al Heca: dispararon desde una moto contra la guardia del hospital

El ataque ocurrió este jueves por la tarde en el ingreso de calle Crespo. No se registraron heridos. Horas antes había sido dado de alta Dylan Cantero, joven herido en un hecho previo vinculado a disputas entre bandas.

16 de octubre de 2025


Un nuevo episodio de violencia sacudió este jueves por la tarde la zona del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), en Rosario. Desde una motocicleta, al menos una persona abrió fuego contra el acceso de la guardia ubicado sobre calle Crespo, generando momentos de tensión entre pacientes, personal de salud y transeúntes.

Según informaron fuentes policiales, los atacantes habrían efectuado al menos cuatro disparos contra el frente del hospital. En el lugar se hallaron seis vainas servidas, aunque no se registraron heridos ni daños visibles en la fachada del efector. El hecho provocó alarma entre los trabajadores del Heca, que en diciembre de 2023 ya había sido escenario de un ataque similar.

Las primeras hipótesis apuntan a una posible intimidación armada relacionada con disputas entre bandas criminales. El ataque ocurrió pocas horas después de que fuera dado de alta Dylan Cantero, de 21 años, quien había sido baleado el miércoles en la zona sur de Rosario.

Cantero, herido en la pierna derecha en un ataque ocurrido en Caña de Ámbar al 1800, había permanecido internado en el Heca hasta este jueves. Según relató a la policía, fue atacado por personas que se movilizaban en un vehículo.

El joven es integrante de la familia Cantero, vinculada a la organización conocida como Los Monos, y en los últimos meses había sido objeto de amenazas atribuidas a “Los Menores”, una banda rival que mantiene enfrentamientos por el control territorial en distintos barrios de la ciudad.

El ataque al hospital se encuentra bajo investigación del Ministerio Público de la Acusación (MPA), que analiza las cámaras de seguridad de la zona para identificar a los responsables.

El episodio vuelve a poner en evidencia la escalada de violencia e inseguridad que atraviesa Rosario y que en los últimos años ha alcanzado incluso a instituciones públicas y espacios sanitarios.