Por Juan Trento
Esta tarde, minutos después de las 15, un suboficial policial en actividad que estaba franco de servicio y caminaba por calle la esquina que forman las calles Amenábar casi Arenales en el barrio San Lorenzo en el extremo suroeste de la capital santafesina, cuando fue sorprendido y emboscado por dos delincuentes que iban en una moto que subió a la vereda, y lo atacaron desde atrás. El delincuente que viajaba como acompañante le disparó e impactó con un balazo en la pierna izquierda a la altura del gemelo. Los vecinos denunciaron el suceso al 911. Después con la llegada de la Policía, le dijeron a los oficiales de forma unánime y taxativa: “El que lo baleó es el “Manada”, El que lo baleó es el “Manada”.
Le robaron su arma reglamentaria
El suboficial B. P. de 30 años, luego de ser impactado con un balazo en su pierna izquierda cayó en el piso de la vereda, los delincuentes detuvieron la marcha del motovehículo, descendieron, lo revisaron, y le robaron su arma reglamentaria que es una pistola calibre 9 milímetro modelo Bersa TPR con la carga completa de balas en el almacén del cargador, y en buenas condiciones de conservación y de funcionamiento.
Denuncia
Los vecinos que escucharon la deflagración del disparo de arma de fuego, seguido de un fuerte grito de dolor, salieron de sus viviendas y pudieron observar cuando los dos delincuentes, se montaban a la motocicleta y escapaban a toda velocidad por calle Arenales hacia el cardinal norte. Varios de ellos, ayudaron al herido, mientras en simultáneo, otros llamaron con sus teléfonos celulares a uno de los operadores de la central de emergencias 911, y le dijeron que había un policía herido de bala en una pierna, al que ellos reconocen porque es vecino del barrio, y que fue herido cuando dos delincuentes lo asaltaron y le robaron su arma reglamentaria.
Testimonio en primera persona
Al lugar llegaron oficiales y suboficiales de Orden Público y de Cuerpos en varios patrulleros que alcanzaron a hablar con el policía herido que narra las difíciles circunstancias que atravesó, y describió a los atacantes en su complexión física como en la vestimenta, como también dio detalles de la moto en la que se escaparon. Los policías realizaron un operativo de saturación intensiva en todo el sector que comprende los barrios San Lorenzo, Chalet y El Arenal, como también recurrieron a vecinos de la zona para saber si podían aportar información sobre los atacantes, y varios de ellos concluyeron unánime, taxativa y coincidentemente, que el autor de los disparos: El que lo baleó es el “Manada”, el que lo baleó es el “Manada”, y luego de mencionar su apodo, brindaron el nombre y el apellido del violento agresor: G. G. de 24 años. Los mismos policías constataron la existencia de cámaras de videovigilancia públicas y privadas que deberían contener imágenes del ataque criminal contra el policía en actividad, franco de servicio y vestido de civil, que resultó robado y baleado.
Policía en actividad, de civil y franco de servicio
El suboficial B. P. de 30 años, baleado en su pierna izquierda y que presta servicio en una unidad de Orden Público -que es una comisaría- ubicada en el norte de ejido urbano capitalino, fue asistido por un médico del SIES 107 en el lugar donde fue atacado, y posteriormente derivado en una ambulancia hasta el hospital Cullen. Allí fue recibido en el shockroom para pacientes en estado crítico, fue revisado y los profesionales constataron que presentaba un impacto de bala con orificio de salida que daño el gemelo de su pierna izquierda, confirmando que no corre peligro de muerte.
Peritajes
Informaron la novedad sobre la ocurrencia del ataque criminal y el procedimiento e investigación policial a la Jefatura de la Unidad Regional I La Capital de la Policía de Santa Fe, y éstos hicieron lo propio con el fiscal de Flagrancia ent turno del Miinisterio Público de la Acusación, que ordenó un informe médico sobre el estado de salud del policía baleado y asaltado, la identificación de vecinos del barrio San Lorenzo que vivan en el sector y pudieran aportar información sobre el ataque criminal, y la constatación sobre la existencia de cámaras de videovigilancia públicas y privadas en toda la zona, además, de la realización de los peritajes criminalísticos de rigor. Éste último trabajo fue realizado por los agentes del área Científica de la Policía de Investigaciones PDI.
