Cientos de simpatizantes del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro invadieron este domingo el Congreso, el Tribunal Supremo y el Palacio Presidencial de Planalto, sedes de los poderes en Brasilia, causando numerosos destrozos. Es una manifestación que pide una intervención militar para derrocar al presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
El grupo, que defiende tesis golpistas, superó una barrera policial y subió la rampa que da acceso al techo de los edificios de la Cámara de los Diputados y del Senado, y algunos entraron dentro de la sede legislativa. Después, avanzaron hasta la Praça dos Três Poderes, donde se produjo un enfrentamiento, y se dirigieron al Palacio de Planalto, donde entraron en una parte del complejo y colgaron una bandera brasileña en una ventana.
Luego se dirigieron al Supremo Tribunal Federal, donde llegaron a una zona de seguridad. Las impactantes imágenes muestran una marea humana ocupando el techo de los edificios, pero también los jardines adyacentes.
Los extremistas, en su mayoría con camisetas amarillas y verdes y banderas de Brasil, también atacaron algunos vehículos de la Policía Legislativa, que brinda seguridad al Congreso. También destruyeron barreras de protección y armados con palos enfrentaron a los agentes que intentaron contener, sin éxito, la entrada de los manifestantes.
El ministro de Justicia de Brasil, Flávio Dino, afirmó que “no prevalecerá” la voluntad de los bolsonaristas radicales que han invadido las sedes del Ejecutivo, del Legislativo y del Tribunal Supremo. En un mensaje de Twitter afirmó que “va a haber refuerzos” policiales y que las fuerzas que están disponibles “están actuando”.
“Este intento absurdo de imponer la voluntad por la fuerza no va a prevalecer. El Gobierno del Distrito Federal (de Brasilia) afirma que habrá refuerzos. Y las fuerzas de las que disponemos están actuando. Estoy en la sede del Ministerio de Justicia”, dijo Dino.