
La autopsia realizada en la morgue judicial arrojó luz sobre uno de los casos más macabros del año. El cuerpo calcinado hallado el pasado sábado 16 de agosto en una cava de una zona rural entre las ciudades de Recreo y Monte Vera corresponde a una persona que fue asesinada con extrema violencia antes de ser incinerada.
Los médicos forenses confirmaron que la víctima, aún sin identificar, recibió al menos un disparo en la cabeza y sufrió múltiples fracturas en el cráneo producto de fuertes golpes.
Un intento por borrar evidencias
Según revelaron los peritos, después de la ejecución, los asesinos rociaron el cuerpo con un líquido combustible y le prendieron fuego. La maniobra evidencia un claro intento por destruir rastros y, fundamentalmente, evitar que la víctima pudiera ser reconocida.
El macabro hallazgo fue realizado por vecinos que transitaban por el denominado camino Roca, quienes, al toparse con la escena, denunciaron el hecho de inmediato a la central de emergencias 911.
La identificación, el principal desafío
El principal enigma para la fiscalía de Homicidios del Ministerio Público de la Acusación (MPA) y los detectives de la Policía de Investigaciones (PDI) es ponerle nombre y apellido a la víctima.
Establecer su identidad es el paso crucial para reconstruir sus últimas horas, trazar su círculo de contactos y, a partir de allí, orientar la investigación hacia los posibles móviles y autores del crimen. Por el momento, el caso sigue rodeado de interrogantes mientras avanzan las pericias científicas complementarias.


