El secretario de seguridad deportiva, Marcos Romero, realizó un balance del operativo de seguridad puesto en marcha ayer para el clásico entre Colón y Unión. El mismo contó con 1000 efectivos policiales, 700 dentro del estadio colonista y 300 en las inmediaciones en el marco de un conflicto interno entre dos facciones de la hinchada del Sabalero.
"El servicio que se llevó adelante incluyó 1000 policías, incluyó la comunicación con las autoridades de todas las localidades cercanas a Santa Fe para evitar de paso de hinchas de Colón a Casasol y salió muy bien; se llevó un servicio policial de características excelentes".
Además, el funcionario se refirió al hombre de 24 años que fue baleado antes del encuentro a tan solo 100 metros del Brigadier López. "fue antes de las 13 horas, cuando es el momento más complejo porque la gente va ingresando al estadio, fue a 100 metros de la puerta 1. Pero por la información que tengo no creo que haya sido un problema de hinchas, por el lugar donde sucedió este hecho no pasan los hinchas caracterizados del club y esta misma persona, la víctima reconoce al agresor, así que descarto que haya sido un problema de hinchas".
Romero hizo hincapié en que los conflictos internos entre Los de Siempre y La Negrada continúan, por lo deberán prestar atención a los operativos que se diagramen, por un lado, el miércoles cuando se enfrente a River, y, por otra parte, el 22 de mayo cuando Colón juegue con Patronato en Rosario por Copa Argentina, donde deberán custodiar el traslado de la hinchada al sur provincial.
