El ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, salió este martes a explicar los alcances del nuevo esquema cambiario anunciado por el Banco Central y descartó que las modificaciones introducidas puedan acelerar el proceso inflacionario. Según afirmó, el mecanismo de bandas para el dólar continúa vigente, aunque con un ajuste en su funcionamiento que busca dotarlo de mayor previsibilidad y eficiencia.
Caputo precisó que la principal novedad consiste en la actualización del techo de la banda cambiaria en línea con la inflación mensual. De este modo, el límite superior dejará de moverse a un ritmo fijo y comenzará a acompañar la variación del índice de precios informado por el Indec. “No es una aceleración automática del tipo de cambio, sino una adecuación del techo a la inflación”, sostuvo el funcionario en una entrevista concedida al canal La Casa Streaming.
En ese marco, reconoció que en los próximos meses el nivel general de precios podría mostrar registros más elevados, pero remarcó que, si la inflación comienza a descender como prevé el presidente Javier Milei, el ritmo del deslizamiento cambiario también será menor. “Este mes puede ser más alto, pero si en nueve meses la inflación arranca con cero, el crawl va a ser más bajo”, afirmó.
El anuncio oficial fue confirmado por el Banco Central tras el cierre del mercado cambiario del lunes. Entre las medidas adoptadas, se estableció que a partir de enero la actualización mensual del límite superior de la banda pasará del 1% al 2,5%, siguiendo el último dato de inflación. Con ese ajuste, el valor máximo del dólar se ubicará en torno a los 1.556 pesos, lo que permitirá mayor flexibilidad sin necesidad de intervención directa de la autoridad monetaria mediante ventas de reservas.
Caputo también se refirió a la política de acumulación de reservas internacionales, uno de los puntos más sensibles del programa económico. Aseguró que el actual gobierno fue el que más dólares compró en la historia reciente, aunque aclaró que gran parte de esas divisas debieron destinarse al pago de compromisos heredados, como la deuda con importadores y vencimientos de bonos.
Según explicó, esa situación cambiará a partir de enero, cuando será el Banco Central el encargado de comprar dólares en el mercado y conservar la totalidad de las divisas adquiridas, fortaleciendo así el nivel de reservas. “En condiciones normales un país refinancia sus deudas, pero Argentina no podía hacerlo por su historial de incumplimientos. Eso obligó a cancelar obligaciones y demoró la acumulación”, señaló.
Por último, el ministro vinculó la reciente mejora de los indicadores financieros con el resultado electoral, al sostener que la caída del riesgo país evidenció que el principal factor de desconfianza era el riesgo político. En ese sentido, afirmó que el programa económico logró resistir una fuerte dolarización y sentó bases de mayor estabilidad para la nueva etapa que se abre a partir del próximo año.
