La masculinidad es una construcción social que se asocia a personas predefinidas como varones. En el libro Masculinidades incómodas se describe como un “dispositivo de poder orientado a la producción social de varones cis hetero, socializados en la idea y creencia de que las mujeres y feminidades —sus cuerpos, sexualidades, tiempos y capacidades— deberían estar a su disposición”.
En este sistema heteropatriarcal en el que vivimos, esa construcción debe ser reafirmada constantemente a través de pequeños gestos, frases, actitudes que tienden a que los hombres, sobre todo niños, rechacen la debilidad y la sensibilidad como rasgos posibles del deber ser varón.
Es en este sentido que el feminismo viene a tratar de romper con los preceptos de cómo ser mujer, pero también de cómo ser hombre. Muy de a poco, las instituciones llevan adelante iniciativas tendientes a romper con las normas establecidas por el machismo; sin embargo, aún se siguen poniendo palos en la rueda. "Soy varón y me gusta otro varón" es una de las frases que se colocaron en los vestuarios del Club El Quillá y que generó el repudio de un grupo de socios, como si una frase bastara para que un niño "decida" ser homosexual y así, ser menos hombre.
Ayelén Dutruel, secretaria de Integración Social de la Municipalidad y encargada del programa Nuevas Masculinidades, explicó que "creemos que la polémica surge cuando algo incomoda y viene e generar una pregunta, cuando algo viene a generar una interpelación; es normal que esto suceda pero necesitamos abordarlo y entender que esto es parte de un proceso integral".
Y agregó que se registran números altos de casos de violencia de género, "pero hay una dimensión más que tiene que ver con pensar el trabajo con los varones y eso implica algunas incomodidades, creemos que es normal y es propio del momento pero hay que abordarlo".
Ante la queja de los socios de El Quillá y el pedido de retirar los carteles, la funcionaria explicó que es una decisión de la institución. "Vamos a apoyar al club porque es la forma en que nosotros acompañamos los procesos y entendemos que a veces los procesos tienen continuidades, hay que hacer una pausa. pero además, venimos trabajando en una serie de talleres con los y las jóvenes del club y de otros clubes y organizaciones, y ese es el corazón del proceso".
Finalmente, Dutruel destacó que a raíz de este conflicto no registró ningún rechazo de otras institucionales para implementar el programa como estaba previsto.