Un hombre de 50 años, identificado como J. E. B., fue aprehendido en la ciudad de Córdoba, acusado de ser el líder de una organización criminal que perpetró una seguidilla de robos en Santa Fe a fines de 2024. Su captura fue el resultado de un trabajo articulado entre las divisiones de investigación de las policías de Santa Fe, Córdoba y Mendoza.
La banda se especializaba en un modus operandi particular: primero, robaban las llaves de las viviendas que se encontraban dentro de camionetas de alta gama, específicamente del modelo Toyota Hilux. Con las llaves en su poder, los delincuentes realizaban tareas de inteligencia y, en ausencia de los moradores, ingresaban a los inmuebles para robar dinero, joyas y otros objetos de valor.
Una investigación que comenzó en 2024
La investigación, encabezada por el fiscal Eric Fernández de la Unidad de Flagrancia del Ministerio Público de la Acusación (MPA) y ejecutada por la Policía de Investigaciones (PDI) Región I, se inició a raíz de un hecho de abuso de armas ocurrido en octubre de 2024.
Ese primer delito fue el “hilo conductor” que permitió a los pesquisas desentrañar una red delictiva compleja. Se determinó que la gavilla fue responsable de al menos 13 robos en distintos barrios de la ciudad de Santa Fe, operando intensamente durante los meses de octubre, noviembre y diciembre de 2024.
El análisis de cámaras de seguridad y otras evidencias permitió identificar el patrón delictivo y, eventualmente, a los miembros de la banda.
El “eslabón perdido”
Como parte de esta misma investigación, ya habían sido identificados y aprehendidos otros 12 integrantes del grupo delictivo en distintos procedimientos. Varios de ellos fueron imputados en Santa Fe y se encuentran en prisión preventiva. La evidencia incautada en esos allanamientos previos, que incluía documentación vinculada a la zona de Cuyo, fue clave para conectar a la banda con Mendoza y Córdoba.
Sin embargo, J. E. B. era considerado el “eslabón perdido” y presunto jefe de la organización.
Su detención se concretó finalmente en la capital cordobesa, cuando caminaba por la vía pública. Fue sorprendido por una Brigada de Investigaciones de la policía local que lo seguía sigilosamente. Tras ser inmovilizado y esposado, se iniciaron los trámites de extradición.
El acusado ya fue trasladado a Santa Fe y se encuentra alojado en una dependencia de Orden Público, a la espera de la audiencia imputativa. La Oficina de Gestión Judicial (OGJ) deberá fijar la fecha para la audiencia, donde el fiscal Fernández le atribuirá formalmente los delitos cometidos.
