Una investigación dirigida por el fiscal Franco Carbone reveló un escandaloso procedimiento policial relacionado con ataques contra la Tropa de Operaciones Especiales. Este domingo, cinco policías fueron arrestados por colocar tres pistolas que se utilizaron en balaceras entre el 20 y el 23 de enero pasado. Las armas fueron "plantadas" junto a un joven conductor de una Hilux, quien fue detenido el 31 de enero, imputado y luego liberado al demostrar su inocencia.
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Alexis Michel C. M. fue acusado por el fiscal Carbone de ser un presunto coautor funcional en el ataque a tiros contra la sede de la TOE, una estación de servicio y una balacera en la que resultó herido un joven en Pedro Lino Funes y Cerrito.
La audiencia imputativa se llevó a cabo el pasado 7 de febrero, durante la cual la defensa de Alexis afirmó que había sido víctima de un operativo policial ilegal. La audiencia se suspendió y se reanudó el 14 de febrero, cuando el fiscal solicitó su liberación sujeta a una serie de condiciones.
El fiscal determinó que las pistolas calibre 9 milímetros, .40 y .380, incautadas por el Comando Radioeléctrico en la Hilux del joven, junto con un cartel que mencionaba al gobernador Maximiliano Pullaro, fueron colocadas por los agentes involucrados en el procedimiento.
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Las armas mencionadas se compararon balísticamente con los incidentes mencionados y posiblemente con otros, aunque esta información se mantiene confidencial.
Cuatro de los cinco policías, identificados como Damián R., Lisandro V., Yael F. y Joaquín D., pertenecientes al Tercio Bravo del Comando Radioeléctrico, fueron arrestados el domingo mientras estaban en servicio. La medida, solicitada por Carbone, se llevó a cabo en coordinación con la Unidad Especial de Asuntos Internos delegación zona sur, la Tropa de Operaciones Especiales y el Ministerio de Seguridad.
Más tarde, se realizaron allanamientos en sus domicilios en Rosario, Santa Fe ciudad y Coronda, donde se encontraron dinero en efectivo, cartuchos de diferentes calibres, computadoras y teléfonos celulares.
El quinto agente, Marcos Martín M., había estado trabajando en el Comando Radioeléctrico. Sin embargo, recientemente había sido trasladado a la Oficina de Gestión Judicial, ubicada dentro del Centro de Justicia Penal.
Había solicitado licencia médica y se había trasladado a Santa Rosa de Calamuchita, según lo determinado por los investigadores a partir de la señal de su antena telefónica. Por esta razón, el Ministerio Público de la Acusación coordinó con la Policía de Córdoba para llevar a cabo su arresto.
Esta semana, el fiscal Carbone imputará a los cinco policías del Comando, y deberá proseguir con la investigación sobre cómo adquirieron armas que se usaron en delitos graves, presuntamente cometidos por una banda narcotraficante.
