Paraguay alcanzó la ocupación total de camas de terapia intensiva provocada por el aumento de casos de COVID-19. El Gobierno del país latinoamericano se propone habilitar nuevos espacios y se plantea extender la atención médica a los cuarteles.
Las camas de los Centros de Cuidados Intensivos se llenan justo cuando se toma la decisión de cerrar las playas de Río de Janeiro con el fin de detener la propagación del coronavirus, y es que la enfermedad va a más en el continente. Paraguay cuenta con 655 camas en sus UCI, afirmó la directora general de Redes y Servicios de Salud, Leticia Pintos.
“De las 655 camas en el sector público y en hospitales integrados se tienen actualmente 655 camas ocupadas. Es un 100% de ocupación”, declaró la alta funcionaria en una rueda de prensa.
Además, las salas de reanimación también están al completo, advierte Pintos. “De las 92 camas que se habilitaron fuera de la terapia intensiva, que son las denominadas salas de reanimación, también están ocupadas en un 100%”.
La jefa de Redes y Servicios de Salud instó a los ciudadanos a quedarse en sus casas y no asistir a eventos sociales para no contribuir al aumento de contagios registrado estos días. “Es importante tener en cuenta a la hora de salir. Por favor que se mantengan las medidas de distanciamiento, uso de tapabocas. Insistimos una vez más en los cuidados, porque realmente estamos en una situación compleja”, confesó.
El Ministerio de Salud “trabaja arduamente” para sumar más camas de terapia, salas de internación y reanimación, enfatiza Pintos. Actualmente, las autoridades paraguayas piensan ampliar la capacidad de atención médica en cuarteles y evitar el colapso haciéndose con vacunas.
“Se analiza la posibilidad de habilitar centros castrenses, que en principio se habían utilizado de albergues, para aumentar camas en cooperación con el Ministerio de Defensa”, anunció el viceministro de Atención Integral a la Salud y Bienestar Social, Hernán Martínez.
El personal de salud de las Fuerzas Armadas “ayudaría para habilitar más camas, de tal manera a seguir brindando atención a los pacientes”, aseguró el alto funcionario.
La crisis sanitaria se produce tras protestas contra el Gobierno de Mario Abdo Benítez, que fue criticado por su “mala gestión” de la pandemia. A mediados de marzo varios diputados opositores presentaron el pedido de juicio político contra el mandatario ante el colapso de los hospitales, de la falta de insumos, del aumento de los casos diarios de COVID-19 y las acusaciones de corrupción. Como resultado, la Cámara de Diputados votó en contra del juicio político impulsado por la oposición.
Al mismo tiempo, las autoridades de Paraguay anunciaron nuevas restricciones sanitarias para contener la propagación del virus, entre las cuales figuran la suspensión de las clases presenciales y restricciones en la movilidad.
Para el 21 de marzo eran ya 181.411 los casos confirmados, y fueron registrados 3.517 fallecidos, según los datos del Ministerio de Salud del país.
Fuente: Nodal
