En Rusia fue lanzada una investigación, este jueves, tras la publicación en las redes sociales de una mujer que se jacta de haber hecho volar un avión de pasajeros sin el menor entrenamiento después de que el piloto le cediera los controles.
El caso trae a la memoria la denuncia que enfrentaron la vedette Victoria Xipolitakis y dos pilotos de Austral por ingresar a la cabina y comprometer la seguridad de la aeronave al operar un acelerador durante el despegue en el año 2015. Para evitar el juicio, la artista llevó a cabo 295 horas de trabajo comunitario y pagó una multa de $ 20.000.
Los investigadores de la región siberiana de Yakutia señalaron que la mujer, de 33 años, tomó los mandos durante un vuelo de la compañía regional IrAero, en el que viajaban otros pasajeros a bordo.
"Uno de los miembros de la tripulación dejó entrar -a la cabina- de manera ilegal a una mujer joven que no tenía licencia para volar aviones (...) y le dio los controles de la aeronave, un Antonov An-24", destacaron los investigadores en un comunicado. "Había otros pasajeros a bordo" de este avión que puede transportar hasta 52, más la tripulación, añade el texto.
La investigación se centra en la cesión de un servicio poniendo en peligro la vida de los pasajeros, indica el comunicado. Los medios rusos habían recogido publicaciones colgadas en Instagram por una usuaria que se identifica como @madam_dupon.
Una es un video de una mujer joven vestida con una camisa rosa tomando los controles de un avión en pleno vuelo, en tanto el hombre que la filmaba le daba instrucciones. "Esto estuvo muy bueno. Gracias", se lee en los subtítulos del video, según capturas de pantalla publicadas en sitios web rusos. La cuenta en Instagram mutó a modo privado este jueves.
IrAero cuenta con 25 aviones que cubren rutas en Siberia, así como con destino a Moscú, San Petersburgo y el Mar Negro.
El avión del video volaba entre la ciudad de Yakutia, capital de la región de Yakutsk, y el remoto aeropuerto de Sakkirir, al norte de Yakutia, señalaron los investigadores. Rusia batalló durante décadas contra un triste historial por la falta de seguridad de su aviación, que aún sufre accidentes graves con cierta frecuencia.
En 1994 ocurrió un accidente en el que murieron 75 personas en un vuelo entre Moscú y Hong Kong, después de que el piloto de un avión de Aeroflot invitara a sus hijos a la cabina y le cediera el mando a uno de ellos.
Fuente: Ámbito Financiero