A partir de la quita del arancel del 35 por ciento a la importación de tabletas y computadoras personales que empezó a regir el 1 de abril del año pasado, el modelo de negocio cambió: se abrió el grifo para que aparecieran marcas internacionales y se terminó el modelo de producción local. Eso hizo que, con un dólar estable, bajaran el precio de las computadoras.
Sin embargo, este año, y sobre todo gracias a que los precios están casi totalmente en moneda estadounidense, el aumento en pesos acumuló un 35 por ciento, según datos de la consultora Gfk, que compara el periodo enero-mayo 2017 versus el de este año en venta minorista en los puntos de venta. Esto es más que la inflación, pero por debajo de la suba del dólar. Eso impactó directamente en ventas sobre todo a partir de la segunda mitad de mayo, cuando terminó el Hot Sale.
Al hacer la comparación anual, Gfk reveló que las ventas vienen bajando sistemáticamente: en la semana 23 (que va del 4 al 11) cayeron 19,7 por ciento, y 20,4 (hasta el 17/6), 28,8 (al 24 de julio) y 45,3 (hasta el 1 de julio) las siguientes. Según coinciden varias fuentes consultadas de la industria, normalmente en esos días se pueden vender entre 10 y 12 mil equipos por semana. En las últimas semanas, ese número apenas pasó las 5 mil.
El precio de una notebook que compran las cadenas a las marcas es un 90 por ciento en dólares. En el otro 10 por ciento, en pesos, quedan la logística del producto, el soporte post venta y las acciones de marketing asociadas al producto.
Los productos son comprados en China y las marcas suelen enviar una lista mensual con precios sugeridos. En el último bimestre, hubo actualización cada quince días en algunos casos. "Hay que aguantar este momento en el cual no hay ganancias operativas y demostrar cuál es la fortaleza que tenemos. Pero si esto sigue así vamos a tener que achicar estructuras", señalan por lo bajo.
Fuente: La Nación