El Gobierno nacional marcó un récord histórico en el uso de decretos delegados, según un informe del Observatorio de Decretos Sujetos a Control Legislativo (ODCL) de la Universidad Austral. El estudio, titulado “Impacto de la Ley Bases en la delegación legislativa a la luz de la praxis en la Argentina”, advierte que, tras la sanción de la Ley 27.742 —conocida como Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos—, el Ejecutivo triplicó el uso de este tipo de decretos, superando ampliamente a los DNU.
Entre el 10 de diciembre de 2023 y el 8 de julio de 2025, se registraron 92 decretos delegados, de los cuales 70 se dictaron al amparo de la Ley Bases. El 76% de ellos estuvo concentrado en Economía y Administración Pública, principalmente vinculados a la reestructuración del Estado, la disolución de fondos públicos, y medidas de desregulación y comercio exterior.
Según el estudio, mientras el promedio mensual de decretos delegados de Javier Milei es de 5,11, el de Alberto Fernández fue de 1,77. Además, desde la sanción de la Ley 26.122 —que regula el control legislativo de este tipo de normas—, Milei y Cristina Fernández de Kirchner son los presidentes que más decretos delegados dictaron en un año de gestión.
“Estas tendencias podrían explicarse porque, ante la falta de mayoría legislativa, el Poder Ejecutivo encuentra más factible la aprobación de un decreto delegado que de un DNU, cuyo control es más estricto”, explicó Luis Vivacqua, director ejecutivo del ODCL y coautor del informe junto con Alfonso Santiago, Verónica Nolazco y Alejandro Krüeger French.
El trabajo de la Universidad Austral también muestra que en contextos donde el oficialismo no tiene mayoría en el Congreso, crece el uso de decretos delegados como vía de implementación de políticas públicas. “En 2025, los decretos delegados casi triplicaron el número de DNU, algo que no se registraba desde 2010”, detalla el documento.
Finalmente, el informe subraya que, aunque la delegación legislativa es una práctica habitual en la política argentina, la magnitud y centralidad que alcanzó bajo la actual gestión la posiciona como una herramienta clave de gobierno. “Cuando se ajustan a los límites constitucionales, las delegaciones legislativas son un mecanismo legítimo dentro de una democracia constitucional, y en muchos casos más adecuado que los DNU”, concluye el informe.
