Juan Trigatti, profesor de música en una institución educativa de Santa Fe, fue condenado a 12 años de prisión por abuso sexual gravemente ultrajante agravado por su rol como educador. La decisión fue tomada por la Cámara de Apelaciones en lo Penal, que revocó la absolución previa dictada en primera instancia. El caso generó conmoción tanto en la comunidad educativa como en el ámbito judicial, no solo por la gravedad de los hechos, sino también por la controversia en torno a cómo se trató el proceso inicialmente.
La intervención de la Fiscalía y las críticas al fallo absolutorio
La condena llegó luego de que los fiscales Alejandra del Río Ayala y Gustavo Urdiales, del Ministerio Público de la Acusación (MPA), apelaran la decisión de los jueces Leandro Lazzarini, José Luis Mascali y Susana Luna, quienes habían absuelto al acusado. La Fiscalía cuestionó duramente el desempeño del tribunal, al que acusó de incurrir en arbitrariedades y desconocer estándares internacionales de protección a la niñez.
Los fiscales afirmaron que durante el juicio oral y público no se garantizó un proceso con perspectiva de infancia: se ignoraron o minimizaron los testimonios de los niños y niñas víctimas, y no se valoraron de manera adecuada las pruebas producidas. “La sentencia absolutoria incurrió en vicios graves: se manipularon criterios de admisión y análisis de prueba, y no se brindó un entorno seguro ni respetuoso para escuchar a los niños”, argumentaron.
La Cámara revirtió la sentencia: condena firme a 12 años de prisión
La Cámara de Apelaciones de Santa Fe consideró válidos los planteos de la Fiscalía y declaró culpable a Trigatti, condenándolo a 12 años de prisión efectiva. Según los fundamentos del fallo, los delitos se cometieron en el contexto de las clases de música que el docente brindaba a los menores de edad, quienes fueron identificados como víctimas de abuso sexual gravemente ultrajante.
El agravante más relevante fue su posición de encargado de la educación, lo cual aumentó la responsabilidad penal y el impacto de su accionar. Desde el MPA destacaron que esta sentencia representa “una reparación simbólica e institucional para las víctimas” y un llamado a la reflexión sobre cómo la Justicia aborda los delitos sexuales cometidos contra niñas y niños.
Un caso que reabre el debate sobre la justicia y la niñez
El caso Trigatti dejó expuestas importantes falencias en la forma en que se abordan judicialmente los testimonios infantiles. Desde distintos sectores, tanto judiciales como sociales, se volvió a plantear la necesidad de fortalecer la formación de jueces, fiscales y defensores en el enfoque de derechos de infancia y adolescencia.
Los fiscales remarcaron que los niños deben ser escuchados “con respeto, sin revictimización y en condiciones adecuadas”. El fallo de la Cámara, en ese sentido, sienta un precedente importante sobre la importancia de ese enfoque.
¿Qué sigue ahora en la causa?
Con la condena firme, Juan Trigatti deberá cumplir la pena de prisión efectiva, aunque aún podrían presentarse recursos ante instancias superiores como la Corte Suprema provincial o nacional. Aunque, en primera instancia debe presentarse la apelación correspondiente ante el mismo tribunal que dictaminó la condena.
Este caso se convierte en un nuevo punto de inflexión para el sistema judicial santafesino, que queda interpelado no solo por la gravedad de los hechos, sino también por el modo en que se protegen los derechos de las víctimas más vulnerables: los niños y niñas.
