Un pastor evangélico de 44 años, identificado como Guillermo Nicolás Bravo, fue condenado a 10 años de prisión por haber abusado sexualmente de un hombre en la ciudad de Santa Fe. El fallo fue dispuesto este viernes al mediodía por el juez Luis Octavio Silva, en el marco de un juicio oral que se desarrolló en los tribunales provinciales.
La acusación estuvo a cargo de los fiscales del Ministerio Público de la Acusación (MPA) Roberto Olcese y Vivian Galeano, quienes valoraron la resolución judicial: “El juez consideró acreditada la atribución delictiva que realizamos y resolvió condenar al acusado por las mismas calificaciones penales que seleccionamos desde la Fiscalía”, señalaron tras conocerse el veredicto.
Respecto de la pena impuesta, los fiscales remarcaron que “es cercana a los 13 años que habíamos solicitado en nuestros alegatos” y adelantaron que aguardarán los fundamentos de la sentencia para definir los pasos a seguir.
Los abusos
De acuerdo con la investigación, Bravo llevó adelante los hechos entre 2018 y 2019, aprovechando su rol de pastor en la iglesia a la que asistía la víctima. Según explicó el fiscal Olcese, el condenado “se valió de su condición de referente espiritual para vulnerar la integridad sexual del feligrés”.
Los ilícitos ocurrieron en distintos lugares: en la vivienda del propio imputado y en una clínica privada, a la que asistió para visitar a la víctima en una oportunidad en la que se encontraba internada.
La denuncia se formalizó en 2021, cuando la víctima logró develar lo ocurrido y acudió a la Justicia.
La calificación penal
El tribunal condenó a Bravo como autor de abuso sexual con acceso carnal calificado, figura que contempla como agravante que el delito haya sido cometido por un ministro de un culto religioso.
Con la sentencia, se cierra un proceso judicial que puso en evidencia cómo el acusado utilizó su posición de confianza para concretar los abusos, conducta que ahora lo llevará a cumplir una década tras las rejas.
