A un hombre de 30 años identificado como Matías Ángel Olivera se le impusieron ocho años de prisión por haber intentado matar a cuatro policías en la comisaría 12 de Santo Tomé. El monto de la pena resultó de la unificación con otra anterior y el condenado fue declarado reincidente.
La investigación fue realizada por la Unidad Fiscal Especial de Homicidios de la Fiscalía Regional 1.
Esposado
El MPA indicó que “el condenado trató de quitarles la vida a cuatro miembros de la Policía Comunitaria el lunes 31 de enero de este año a la siesta, cuando estaba legalmente detenido en la comisaría ubicada en calle Alvear al 2.500 de Santo Tomé”.
Se precisó que “dado que iba a ser trasladado a otra sede policial, Olivera había sido esposado por una de sus manos a un banco de hierro”. En tal sentido, se expuso que “sin mediar palabra, le quitó a un suboficial una pistola calibre 9 milímetros que no estaba cargada y trató de disparar”.
“El condenado apuntó el arma hacia las cuatro víctimas y gatilló en vacío en reiteradas oportunidades mientras expresaba su voluntad de escaparse”, relató la Fiscalía.
En la audiencia de juicio se destacó que “uno de los uniformados trató de recuperar el arma y forcejeó con Olivera hasta que ambos cayeron al piso”, y se valoró que “minutos después, el condenado fue reducido por los demás policías”.
Robo
El MPA se refirió también a otros hechos ilícitos cometidos por el condenado. Según se expuso, “horas antes de las tentativas de homicidio, el atacante se apoderó de bienes que estaban en un automóvil marca Fiat modelo Duna estacionado en Santiago del Estero al 3.300 de Santo Tomé”.
“Tras violentar la puerta derecha delantera del vehículo, Olivera robó el estéreo, cuatro parlantes, la rueda auxiliar y la batería”, se detalló.
“Luego de una breve persecución, el condenado fue alcanzado por agentes policiales y, para evitar que lo aprehendieran, les arrojó piedras y le quitó el arma reglamentaria a un subinspector”, se afirmó. “Finalmente, fue reducido y privado de su libertad”, se aclaró.
Responsabilidad penal
Olivera reconoció su responsabilidad penal como autor de cuatro tentativas inidóneas de homicidio calificado (por el uso de arma de fuego y por haber sido contra agentes policiales en ejercicio de sus funciones); robo simple y resistencia a la autoridad.
La condena fue ordenada por el juez Leandro Lazzarini, en el marco de un juicio en el que se abreviaron los procedimientos que se llevó a cabo en los tribunales de la ciudad de Santa Fe.
La Defensa aceptó la calificación penal de los ilícitos, la pena impuesta y la modalidad del juicio. A su vez, las víctimas fueron notificadas y manifestaron su conformidad con lo resuelto.