Esta mañana se dio a conocer el fallo del juicio que se desarrolló contra Darío Céspedes, docente de música de la Escuela San Roque, acusado acusado del delito de abuso sexualmente con acceso carnal y corrupción de menores y agravado por la edad de la víctima y por ser encargado de la educación en dos oportunidades en 2018 y 2019. El imputado fue encontrado culpable de los hechos que se le atribuyen y el Tribunal lo condenó a 11 años de prisión por uno de los hechos.
Carolina Walker, a cargo de la querella, indicó que "esperábamos una condena, es un condena importante a 11 años, nosotros habíamos solicitado una pena de 20 años porque considerábamos que el daño generado al niño era importante, mucho más importante de lo que ocurre en otros casos.
Lamentablemente ha ocurrido que en las últimas jornadas del juicio se ha extraviado un elemento probatorio que nosotros considerábamos que era irrelevante, pero el Tribunal consideró que eso le generaba una duda razonable que le impedía condenar por el segundo hecho, eran hechos ocurridos en distintos periodos de tiempo y por ese segundo hecho no debía condenar al imputado".
La letrada confirmó que van a apelar ese punto de la sentencia, ya que asegura que existen otros elementos que pueden dar cuenta que el delito ocurrió.
En tanto que Sebastián Oroño, abogado defensor de Céspedes, brindó declaraciones y expresó que "lo único que puedo decir es que siento vergüenza en este momento de lo que he escuchado de la justicia santafesina. Esperemos los fundamentos, entiendo que van a ser insostenibles, pero es todo lo que voy a decir, saquen sus propias conclusiones".
Se trata de un caso que generó diferentes polémicas desde el inicio del debate, primero para la conformación de los jueces que juzgarían a Céspedes, debido a que la defensa recusó a magistrados designados y otra se excusó de formar parte; y luego por el extravío de un disco rígido con imágenes del ingreso al establecimiento educativo en el ámbito del Ministerio Público de la Acusación, por el cual se ordenó una investigación interna, y derivó en acusaciones cruzadas entre uno de los fiscales y parte del equipo de defensa.