Connie Isla empezó a hacer ruido publicando en redes sociales canciones tocadas con un ukelele y a partir de allí los procesos se aceleraron. Hoy tiene 430 mil seguidores en Instagram, sus videos (incluidos el último “Luz y fuego”) tienen más de 100 mil reproducciones en YouTube y su éxito en redes y acciones solidarias la llevaron a ser reconocida por Presidencia de la Nación como “Joven destacada”.
¿Cuál fue tu primer contacto con la música?
- Tengo una abuela profesora de música y un abuelo que era tenor, de parte de mi madre. Además, mi padre es muy melómano. La música siempre estuvo por todos lados. Siempre cuento la anécdota de que yo tarareaba antes de hablar. Fue algo que se dio de forma muy natural. A los 5 años arranqué ballet y a los 6 comedia musical. Desde ahí, nunca paré.
¿Cómo se dio el vínculo entre tu música y las redes sociales?
- En mi pubertad empecé a ver cómo encarar esta carrera musical. Había muchas historias del estilo ‘llevé mi EP de cuatro temas, lo dejé en la puerta de Sony, lo escuchó el director, me llamó, firmé contrato y pum, mi escalera a la fama’. Esas eran las historias que yo leía de mis ídolas cuando era chica y yo había diseñado un plan parecido. En el medio de esto una prima me dice ‘¿por qué no subís un video a Instagram?’ Yo tenía Instagram como cualquier persona normal y respondía que ‘lo iba a hacer por otro lado’. Subí el primer video y tuve 200 likes. Empecé a subir de vez en cuando, empecé a hacer covers, hasta que en un momento se convirtió en un trabajo.
Tenés 430 mil seguidores en Instagram: ¿sentís una responsabilidad especial sobre lo que publicás?
- Sí. Todos los llamados influencers o instagramers tenemos una responsabilidad grandísima y creo que en la mayoría de los casos no nos hacemos cargo de esa responsabilidad, sobre todo con los mensajes que elegimos dar y la forma en que comunicamos ciertas cosas. De la mano del poder, por llamarlo de alguna manera, viene la responsabilidad. Uno elige seguir cierto camino. Hay que ser ético y coherente con lo que uno comunica.
¿Qué te atrajo del ukelele?
- Yo tocaba el piano y la guitarra. En mi primer show, en un barcito, quería tocar un tema de Calle 13 y “Somewhere over the rainbow”, que llevan ukelele. Una amiga estaba en Estados Unidos y tenía 18 años y no mucha plata, así que le pedí que me compre el ukelele más barato que encuentre. Acá en Argentina ni había ukeleles. Me lo trajo, en una semana aprendí las dos canciones y las canté. Después nos fuimos a la Costa de vacaciones con amigas y me lo llevé porque es súper práctico. Se empezó a volver mi aliado para todo. Tiene un sonido muy universal.
¿Por qué creés que se puso de moda?
- Creo que de los instrumentos conocidos es el más fácil de aprender a tocar. Viendo tutoriales de YouTube podés sacar canciones. Tiene un sonido tan universal, que permite que algunas canciones queden bien con acordes que en otros instrumentos no funcionarían. Además, es barato en comparación a una guitarra, un piano o un teclado. Es súper entendible que la gente opte por comprarse un instrumento chiquito, barato y fácil. Es perfecto (risas).
Fuente RatingCero