Este fin de semana Rosario lanzó una prueba piloto con la apertura de las playas con los cuidados necesarios por el coronavirus, previo a la llegada del verano. Con unos 400 casos de Covid-19 diarios, la ciudad más grande de Santa Fe presentó el protocolo sanitario para la temporada 2020-2021 en el balneario municipal La Florida, una instalación de acceso pago que es uno de los sitios más importantes a nivel local en la orilla oeste del Paraná que funcionará al 40% de su capacidad con el objetivo de asegurar el distanciamiento social.
Del mismo modo que se hizo para la apertura de parques y plazas públicas en junio, en el balneario de Rosario marcaron círculos en los que se deben ubicar los visitantes para evitar contagios de coronavirus con otros paseantes. Las áreas están demarcadas mediante y allí pueden estar entre dos y cuatro personas, siempre utilizando tapabocas para movilizarse, salvo en el agua.
El complejo de La Florida tiene capacidad para entre mil y 1.300 círculos de distanciamiento social y no se pueden usar las canchas de vóley y fútbol ni los vestuarios. En medio de la pandemia de coronavirus Covid-19, el balneario abrió la venta de entradas anticipadas vía Internet como una forma para evitar en amontonamiento en el ingreso. El ticket sale 173 pesos, incluyendo 23 pesos por el costo del servicio. También se puede pagar en el lugar en efectivo o con la tarjeta Movi, la misma que se utiliza para el Transporte Urbano de Pasajeros (TUP). Si todo sale como se lo planeo, el sábado que viene se abrirán los clubes y piletas.
En ese sentido, secretario de Deportes y Turismo de Rosario, Adrián Ghiglione, reveló que esperaban recibir a unas 4 mil personas a lo largo de todo el domingo, a las que hay que sumar a aquellos que eligen las playas públicas con acceso libre en la Rambla Catalunya o las islas al otro lado del río.
Sin embargo, indica Lucas Aranda para Clarín, en las proximidades de la entrada sur al complejo está el muelle para ir a las islas del Delta del Paraná, donde algunos esperaron hasta dos horas en una fila para abordar a una lancha, porque las naves no pueden superar el 50% de su capacidad para respetar el distanciamiento social por el coronavirus.
“Acá está todo medio normal, como si el Covid no existiese. De este lado nadie usa barbijo, no existe”, aseveró Mariel, que es kayakista y suele visitar la zona que en su mayoría pertenece a Entre Ríos.
Fuente: Minuto Uno
