Tras más de nueve horas de duras negociaciones, la canciller Angela Merkel y los dirigentes de los 16 Estados-regiones del país llegaron a un acuerdo sobre un calendario para flexibilizar las medidas de confinamiento parcial en vigor desde finales del año pasado.
La estrategia del gobierno se basa en ir abriendo de a pasos la actividad económica según los datos de infección que controlará cada estado federal y que avanzará o retrocederá según la cuota de infectado.
Cada semana, si la región o ciudad muestra un índice menor de 50 contagios por cada 100 mil habitantes, pasará a una segunda fase de aperturas ; luego de mantener ese índice durante dos semanas, accederá a otra fase de mayor flexibilidad .
En cada fase irán abriendo cada vez más locales de comercio y actividades, la segunda fase ya contempla por ejemplo la apertura de museos, galerías, zoológicos y un máximo de 20 personas podrán hacer deportes sin contacto al aire libre.
El plan se basa en cinco fases que siempre podrían retroceder en caso que el número de infecciones sobrepase el límite de los 50 por 100.000 habitantes.
Una gran novedad de estas medidas es la introducción de los llamados “test rápidos “ de coronavirus gratuitos. Cada habitante en Alemania tendrá el derecho a por lo menos uno de esos test cada semana, que en algunos sectores será obligatorio.
Los médicos de cabecera podrán también desde fines de marzo vacunar a sus pacientes contra el covid-19 en su consultorio.
El índice de vacunación es todavía lento, unas 200 mil vacunaciones diarias. El próximo 22 de marzo será la primera evaluación y quizás se autorice finalmente la apertura de la gastronomía y los hoteles y se revean las restricciones de viaje.