A partir del cambio notorio que los santafesinos advirtieron en el gusto del agua potable utilizada para consumo humano, cuestión que está relacionada a la bajante histórica del Río Paraná, en los últimos días empezaron a crecer las ventas de agua envasada en nuestra zona, según reconocen las empresas distribuidoras.
Ricardo Huser, propietario de la empresa Weimarán, aseguró en diálogo con Veo Noticias: "evidentemente se ha dado un cambio en el sabor del agua, y eso se refleja en la cantidad de llamados que estamos teniendo. Hay una demanda creciente, la gente está optando por ir al agua embotellada.
"Nosotros somos de Santo Tomé, hace 30 años que estamos en esto, e intentamos mantener la calidad en función del tratamiento de agua que realizamos. Si bien nosotros captamos agua de napas, hacemos un proceso en su núcleo, que es de ósmosis inversa, desmineralizamos por completo el agua y mineralizamos en función al código alimentario. Esto nos permite mantener un sabor en el agua en parámetros constantes", completó Huser.
