Con una temperatura extrema que golpea en el arranque mismo del verano, varios barrios santotomesinos vuelven a vivir una crisis por la falta del suministro de agua en sus viviendas que pone al cuado al borde de la emergencia sanitaria. Con tanques de reserva a los que no les llega el agua ni siquiera durante la noche que es el momento del día en que debería haber más presión por la baja del consumo. “No nos podemos bañar, lavar la ropa ni los platos” es lo que más repite en las entrevistas con los vecinos afectados. Todo lo que no se puede hacer con el agua del bidón ya que sería muy oneroso hacerlo. Desde hace muchos años (20 o quizás más) Santo Tomé vive un gran crecimiento poblacional, particularmente en la zona sur, que no fue acompañado por los servicios básicos como la transitabilidad o el gas natural y tampoco el desarrollo de tanques de agua que abastezcan de un servicio permanente a esos vecinos que se iban sumando a lugares como Villa Luján, Adelina Oeste, Adelina Centro o a quienes están en sectores que se denominan puntas de las extensiones de las cañerías de la ahora Cisterna Norte.
Otro grave problema que presenta esta situación es que hay bastos sectores sin medidor de agua y si bien se cobra por las dimensiones de la vivienda es cierto que ese consumo puede esconder un uso indiscriminado de agua. Pero la cuestión no termina ahí, en lugares que sí cuentan con medidor tampoco se pasa a tomar lectura desde hace varios meses, con lo que se deduce que a algunos vecinos se les cobra un “estimativo” pero desconociendo que en algunas casas se puede consumir en exceso por el llenado de piletas o riego o en otras por debajo de lo que se les cobra.
En este contexto, al que hay que sumar un sistema de cañerías totalmente obsoleto por décadas del paso de agua dura por ellas, desde hace dos veranos algunos barrios literalmente no tienen agua en sus casas, incluso en invierno. Villa Luján, René Favaloro, 12 de septiembre y Las Vegas por citar algunos, vienen insistiendo en un cambio en la situación. La actual gestión municipal tomó la decisión, en febrero de 2025 de encarar una obra que llevaría agua (de perforación) a cuatro barrios afectados por la falta de agua. Al 31 de diciembre aún no se terminó la obra con la promesa de que cerca del 10 de enero de 2026 se culmina recién una primera etapa.
Desidia, falta de inversión, arcas desfinanciadas por el contexto económico armaron un combo que hacen del servicio de agua santotomesino un caso que viaja camino a la privatización. La pregunta es ¿cuánto falta para que eso ocurra y si eso será la solución?

