¿Qué mejor que convertir el lechón que sobró en Navidad en sandwiches, empanadas o tacos? Pero antes de llegar al sublime momento en que un menú se convierte en otro es necesario conservar la carne, preferentemente en la heladera o el freezer.
Para quienes pretendan aprovechar el lechón de Navidad en los días siguientes vale la pena señalar que no llegará a Año Nuevo sin un paso por el freezer, pero para el resto hay tiempo hasta el 27 de diciembre para aprovechar el cerdo de Nochebuena.
Según el ente gubernamental Food & Safety de Estados Unidos, las sobras de carnes rojas, como el lechón, duran entre 3 y 5 días en la heladera y entre 2 y a 6 meses en el freezer.
Con esa cuenta, el lechón asado el 25 de diciembre no llegaría a la mesa del 31 ni escondiéndolo de los comensales, así que el único destino de las sobras de Navidad sería el freezer, o el tupper con el almuerzo para el lunes 27.
Fuente: Télam