Un delivery fue atacado salvajemente en Pasaje Leiva al 3800, en esta capital, cuando estaba entregando un pedido. Fue abordado por un ladrón que le pegó con un caño de gas en la cara, le robó la bicicleta y lo peor fue que le fracturó la mandíbula.
En ese sentido, José Gabriel Núñez, integrante de los repartidores agrupados, expresó que “el jueves un compañero que trabaja para Rapipago, sufrió un violento robo, de sus pertenencias, su bicicleta, y lo peor fue que lo golpearon con un caño de gas en la boca, tiene comprometida la mandíbula, hay que hacerle cirugía, con el grupo de cadetes estamos haciendo todo lo que es tramitarla, es una operación muy compleja, suma como hecho de inseguridad, no es aislado, es el segundo violento en poco tiempo” ya que “dos semanas atrás en Santo Tomé pasó algo no tan violento pero sí preocupante, estamos todo el día en la calle, sabemos todos los movimientos”.
Además agregó que “todos los días estamos expuestos a cualquier hecho de inseguridad, no pasa mucho que en los grupos estemos alertando movimientos raros, encapuchados, es cotidiano. Pero no semejante hecho” y sobre la ley sancionada el 2 de diciembre, afirmó que “falta la firma del gobernador Pullaro, la promulgación. Además de otorgarnos geolocalización, nos daría botones antipánico, rutas seguras, mapa del delito en coordinación con el Ministerio, pero falta la firma”.
Finalmente, Núñez contó que “no tuvimos respuestas de la policía, ni del ministerio. Hay lugares complejos para ir a repartir. Queda en cada uno aceptar la orden o no. No quiero caer en discriminaciones”.
