Martín Caspani -propietario del parador- relató que durante la noche el lugar se convierte en zona de nadie, falta iluminación y la presencia policial es inexistente. Dijo que la municipalidad les exigió algunas mejoras y que el viernes habían empezado con las obras para construir una terraza de madera. Y el sábado se encontraron con el deck quemado y el robo de otras maderas. Además los ladrones intentaron ingresar a un container, pero que no pudieron.
Agregó que el sábado por la noche concurrieron a la zona y observaron a unos 300 jóvenes que estaban haciendo fogones, sin ningún tipo de control.
“Con esta situación convivimos todos los veranos y es difícil emprender algo si sucede esto, y no podes brindar un buen servicio a la gente. Un día lo haces, y al otro día está todo quemado. Es necesario urgente una cámara de seguridad, mejorar la recolección de basura y el alumbrado público” concluyó Agustina.