Una investigación que llevó casi dos años puso al desnudo una trama de maniobras inmobiliarias con fincas rurales y viviendas urbanas que, por el monto de los bienes apropiados a sus legítimos dueños, constituye uno de los fraudes más fabulosos en la historia de la provincia de Santa Fe.
La PDI realizó doce allanamientos en Venado Tuerto pero también en Villa Cañás, Las Rosas, Armstrong, en la Ciudad Autónoma y en la provincia de Buenos Aires. que terminaron con la detención de 14 personas entre las que hay abogados, escribanos, un médico, un gestor de trámites inmobiliarios y prestanombres para consumar los ilícitos. En Rosario, en tanto, el detenido fue un gestor inmobiliario a quien durante el allanamiento a su domicilio en calle Polonia al 1300 le encontraron 434.350 pesos y 2.030 dólares.
Todos fueron imputados en los Tribunales de Venado Tuerto por asociación ilícita, estafa reiterada y falsedad de documento público entre otros delitos. Los investigadores estiman que con las maniobras, los implicados se apoderaron de 32 inmuebles urbanos y campos por mil hectáreas, por un valor que bordea los mil millones de pesos.
La organización tenía base en Venado Tuerto pero contaba con ramificaciones en distintos lugares dentro y fuera de la provincia. La maniobra consistía en apropiarse de inmuebles de personas de avanzada edad o fallecidas sin herederos, mediante la constitución de poderes otorgados de forma ilícita a terceras personas, que luego concretaban operaciones de compraventa. En ésto participaban abogados, escribanos y hasta un médico que tenía como rol constatar la idoneidad mental de las personas que eran desapoderadas de sus bienes.
La pesquisa se inició en 2017 cuando la Unidad Fiscal de Delitos Complejos del departamento General López comenzó a investigar una posible asociación ilícita en torno a la causa por estafas reiteradas en ventas, con documentación falsa, de campos ubicados en distintos puntos del sur santafesino, como Venado Tuerto, Maggiolo, Villa Cañás, Santa Isabel y San Eduardo.
Un equipo conducido por el fiscal Matías Merlo advirtió que el tipo de maniobras eran similares y que la repetición de nombres involucrados hacía pensar en una asociación ilícita. "Fuimos entendiendo que no eran estafas individuales sino que había un grupo con una estrategia actuando de modo coordinado. Las maniobras eran con inmuebles rurales y con viviendas urbanas", dijo el fiscal.
Fuente: La Capital