Los Juegos Olímpicos de Tokio siguen sumidos en la polémica. Esta vez no es el covid-19, sino Kentaro Kobayashi, el director de ceremonias el que suma un nuevo contratiempo a unas justas que se están celebrando un año después de su fecha original debido a la pandemia.
El humorista y director de teatro fue despedido un día antes de la inauguración después que salieran a la luz pública unas declaraciones antiguas suyas sobre el Holocausto que despertaron polémica en el país. En una actuación de 1998, Kobayashi pronunció la frase “vamos a jugar al holocausto”, lo que ha provocado la indignación y protestas de varias organizaciones judías.
En un comunicado, el propio Kobayashi se ha disculpado por lo que ha descrito como un espectáculo "extremadamente imprudente". “Entiendo que elegí mal las palabras en ese momento y es un error que lamento. Me disculpo ante todos los ofendidos”, añadió.
El primer ministro japonés, Yoshihide Suga, dijo que los comentarios eran "escandalosos e inaceptables", pero que la ceremonia seguirá adelanta tal y como estaba prevista.
“Ofrezco mis más profundas disculpas por causar problemas y preocupaciones a muchas personas interesadas, así como a los residentes de Tokio y a los japoneses cuando la ceremonia de apertura está casi sobre nosotros”, dijo Seiko Hashimoto, presidenta del comité organizador.
Hashimoto afirmó que todos los implicados en la organización de la cita olímpicas deben estar “inmaculados” y que los organizadores "están discutiendo ahora cómo gestionar la ceremonia inaugural" y esperan "alcanzar una conclusión pronto".
Hace tan solo dos días dimitió también el compositor de parte de la música que será utilizada en la ceremonia inaugural. La polémica en esta ocasión llegó después de que se conociera una antigua entrevista en la que admitía haber llevado a cabo acoso escolar a discapacitados.
Anteriormente también habían dimitido el expresidente del comité organizador, Yoshiro Mori, por comentarios sexistas y otro director creativo por insinuar que había que caracterizar como un cerdo en la ceremonia inaugural a una famosa actriz del país.
“Es algo que nunca debería haber pasado. Estos incidentes han tenido un impacto tremendo, por eso esta vez hemos decidido tener una reacción rápida”, afirmó Hashimoto al ser preguntada por toda esta serie de salidas y cambios repentinos.
Entretanto, 15 líderes mundiales, anunciaron su presencia en la ceremonia inaugural. En representación de Estados Unidos acudirá la primera dama, Jill Biden. En el evento estarán presentes solamente un total de 950 personas, dado que la capital nipona sigue sumando casos de coronavirus. Este jueves reportó 1.979 nuevos contagios, la cifra más alta desde el 15 de enero.
Fuente: Reuters