No hay estudios definitivos respecto a cuántos pacientes en total se ven afectados. Sin embargo, existen diversas estimaciones, que van desde el 10 al 30% de quienes tuvieron Covid. Ese número, sólo en la Argentina, implicaría tener que atender (o continuar atendiendo) como mínimo a 200.000 personas, únicamente usando para el cálculo los casos confirmados por PCR. Desde luego, no todos necesitarán acceder a un tratamiento específico y los síntomas pueden remitir con el paso de las semanas.
Qué tan mortal llegará a ser esta “segunda ola interna” es algo que aún los médicos e investigadores están tratando de determinar, pero podría depender de cuán grave fue el período agudo de la enfermedad. “Es un tema enorme desde muchos puntos de vista y ya se describió tanto en China como en Italia desde el año pasado”, dice Jorge Mercado, director del curso de médico especialista en medicina interna de la Asociación Médica Argentina. “Lo que resulta llamativo es que dura mucho tiempo. Son personas que siguen con síntomas tras meses de haber tenido el contagio. Aunque es cierto que sólo en algunas hay riesgo de muerte, sí afecta a todas en la calidad de vida: algunos síntomas por los que consultan son fatiga, astenia o falta de energía, dolores de cabeza, trastornos de la memoria y atención o niebla mental”, aporta.
Alejandro Videla, neumonólogo del Hospital Universitario Austral y vicepresidente de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria, agrega: “Las personas con este síndrome tienen muchos síntomas. Los más comunes son los respiratorios, como tos y dificultad pulmonar, pero también otros, como decaimiento y fatiga, dolores musculares, taquicardia y opresión torácica. A la lista se suman algunos menos conocidos, pero recurrentes. “Se ha descripto un estado de confusión mental con pérdida de memoria y de la capacidad de concentración. Son muy comunes los síntomas de depresión y ansiedad. Es especialmente difícil diagnosticarlo en personas mayores, pero los cuadros son en general leves y no requieren internación”, indica.
Ahora, si una persona tuvo la enfermedad y después aparece alguno de estos síntomas, ¿cómo pueden estar seguros los médicos de que la causa es el Covid y no otro virus u otra situación vital? ¿No se podría confundir con la debilidad adquirida por quienes estuvieron mucho tiempo en terapia intensiva? “No siempre se puede saber la causa, hay que hacer análisis de los factores de riesgo, pero en el caso de un paciente que no es hipertenso, no tiene antecedentes, y después de tener Covid, a los pocos meses, tiene un accidente cerebral, no podés dejar de evaluarlo [al Covid] como factor”.
Fuente: La Nación