De ser promulgada, la futura Ley Federal para la Regulación del Cannabis convertiría a México en el mercado legal más importante de venta de marihuana en el mundo. Hasta el momento, solo Canadá y Uruguay disponen de una legislación similar, además de una quincena de estados estadounidenses.
La ley representa un hito para México, donde la violencia del narcotráfico deja anualmente miles de muertos.
Con 316 votos a favor, 129 en contra y 23 abstenciones, los diputados mexicanos proponen autorizar la portación legal de hasta 28 gramos de marihuana por persona y el cultivo casero de máximo ocho plantas.
El texto, que debe pasar nuevamente por el Senado, también dispone que sólo los mayores de 18 años podrán acceder al cannabis y prohíbe su consumo en áreas de trabajo, oficinas y escuelas.
Esta iniciativa da cumplimiento a un fallo de la Suprema Corte, que en 2019 declaró "inconstitucional la prohibición absoluta" del consumo recreativo de marihuana.
Pero activistas advierten que el proyecto mantiene la criminalización del consumo del cannabis, que seguiría en la lista de sustancias prohibidas por la Ley de Salud mexicana, y contempla sanciones para aquellos que porten más de 28 gramos.
José Rivera, de Movimiento Canabico, criticó el concepto de "uso lúdico" y que los diputados hayan propuesto al CONADIC como órgano regulador. En el proyecto, "somos usuarios que quieren jugar, somos adictos y somos enfermos. Es una doble discriminación, una doble estigmatización. No es una cuestión ni de plantas ni de gramos, es una cuestión de derechos humanos".
En contraste, Alan Santiago, quien consume marihuana, considera que esta ley podría incidir en una reducción de la violencia ligada a la criminalidad. “No creo que la reforma este encaminada a afectar al narcotráfico”, matiza Jorge Hernández Tinajero, dirigente de la Asociación Mexicana de Estudios de Cannabis, y defensor de la legalización de la marihuana.
“Desde luego quitarle el negocio a una mafia pues la debilita. Pero eso no es el negocio central de las mafias en México', apunta Hernández Tinajero.
Varias voces consideran que la ley no protege suficientemente a los campesinos mexicanos ante las grandes multinacionales que podrían hacerse del lucrativo mercado que representaría la siembra, producción y comercialización de marihuana a escala nacional.
"Lo que sí es cierto es que en un principio, los legisladores estuvieron de acuerdo en darle un trato preferente a estas comunidades campesinos tradicionalmente productoras, como en Marruecos, para que tuvieran un acceso viable a este mercado. Sin embargo en la propuesta tal y como esta formulada al día de hoy, eliminaron esos incentivos. Y básicamente están abriendo la puerta a las transnacionales canadienses y de otros países que ellas tienen mucha experiencia y un gran poder económico”, teme Hernández Tinajero, entrevistado por RFI.
En 2020, en México se decomisaron 244 toneladas de marihuana. Y desde diciembre de 2006, cuando el gobierno lanzó una ofensiva militar antidrogas, México acumula más de 300.000 asesinatos.
Fuente: AFP