La fiscal del Área de Violencia de Género del Ministerio Público de la Acusación, Alejandra del Río Ayala, dio un panorama ante el incremento de los casos de violencia que se dieron durante la pandemia en el territorio santafesino.
El femicidio de Julieta Delpino en Berabevú dejó al descubierto una problemática que se incrementó durante el aislamiento. "Yo no me arriesgaría a hablar de patrón típico porque al buscar características comunes responde a otro tipo de paradigma, menos que menos en este tipo de delitos de violencia sexual y de femicidios. El factor común que tienen estos casos tienen en común es el ejercicio del poder. Son crímenes o delitos de poder porque lo que está en juego es el sometimiento de la otra persona, el avasallamiento hacia la mujer y ese creo que es el factor común de estos tipos de delitos", explicó la fiscal en diálogo con Par de Ases.
Asimismo, indicó que "son temas muy arraigados en la cultura, hay una cuestión de sociedad patriarcal donde no existe la igualdad entre el hombre y la mujer. Algo muy probable que podía llegar a pasar era que menguara la cantidad de denuncias porque las víctimas están recluidos en sus hogares". Sobre esto, precisó: "Esto se reflejo en los números en Santa Fe, porque en el periodo más severo del aislamiento bajaron la cantidad de denuncias. Esto nos exigió a quienes formamos parte de la Justicia nuevas estrategias para brindar un apoyo hacia las víctimas, a fines a la situación".
"El fuero Penal y la Unidad de Delitos de Violencia de Género trabajamos igual o más que antes porque explotaron muchas situaciones durante la pandemia porque las mujeres se cansaron de aguantar algo que quizás solo aguantaban de noche pasaron a tener que aguantar las 24 horas del día porque estaban recluidas con sus agresores", concluyó la funcionario del MPA.
