Luego de que el Tribunal de Disciplina de la Liga Galvense le diera el título de campeón a Santa Paula de Gálvez, desde un escritorio y mediante un fallo, ahora los integrantes de este cuerpo colegiado aplicaron las penas contra jugadores de La Pepita y uno de los galvenses, basándose exclusivamente en el testimonio directo del árbitro Roberto Carreño y de imágenes de video que pudieron observar.
Cabe destacar que no le dieron curso a la apelación del club corondino por considerar presentado fuera de tiempo y forma el descargo, por lo que además de polémico, el fallo fue unilateral y sin posibilidad de defensa para los corondinos.
Teniendo en cuenta que Carreño dijo en su informe que “a los 78 minutos de juego tras convertir un gol lícito el equipo de Santa Paula, los jugadores de La Pepita corren hacia mí protestándome de manera airada y reclamando una supuesta infracción. En ese momento que me encuentro rodeado de atrás aparece el jugador N° 1 César Nasta y me aplica un violento golpe de puño en el rostro. También en ese instante quien estaba frente a mí, el jugador N° 10 Andrés Ibáñez, aplicó un golpe en el estómago, cuando me dispongo a retirarme del tumulto aparece un sustituto, Edgardo Farías, quien quiere manotearme mientras me insulta.” describe Carreño y agregó el juez que no fue ni siquiera observado y que realmente tuvo un arbitraje pésimo “cuando el cuarto árbitro se disponía a ingresar a mi lado ve y escucha que Lucas De Ieso –con carné de director técnico- gritaba a viva voz ‘Péguenle… hay que pegarle’. Cuando logro unirme a mis colegas, ya custodiados por la policía observo que desde el sector donde ingresaban los jugadores visitantes ingresaban particulares quienes se dirigían a mi encuentro, no sé con qué intenciones pero al quedar nosotros rodeados por la policía desistieron de su actitud. Los tres jugadores mencionados fueron expulsados sin poder mostrarles la tarjeta roja debido a la situación reinante pero esto fue informado al capitán Jorge Rojas. El partido fue suspendido por la agresión hacia mi persona lo que me impidió continuar debido al golpe que recibí en el rostro y en el estómago. ” agregó.
Tras esto se le dio por ganado 2 a 0 a Santa Paula el partido anulando en una oficina el gol lícito de Franco Farías, otra irregularidad más.
Como si fuera poco, aunque no extraña porque se suponía que la línea castigadora llegaría a más desde la Liga, el Tribunal determinó suspender por cuatro años al arquero César Nasta, quien había tenido un cruce también con el presidente de la liga, Oscar Paz, por 6 partidos a Andrés Ibáñez y fíjense un detalle: una diferencia abismal teniendo en cuenta que el juez dijo que ambos lo agredieron de hecho. También le aplicaron un año y medio de suspensión al DT Leonardo Mato –no había sido mencionado en ese informe-, por 8 partidos a Edgardo Farías, por 4 a Lucas De Ieso, por 2 a Ángel Nahuel Alcaraz –curiosamente él fue golpeado en la jugada que derivó en el gol que hizo explotar todo- y tres partidos a José María Muñoz, al parecer por agarrarse la camiseta y festejar de cara a la hinchada de La Pepita el segundo gol de su equipo, en algo que bien puede tildarse como incitación a la violencia.
Todavía no se determinó si La Pepita será desafiliado, como ocurrió con Atlético Casas, pero cada vez suena más fuerte la posibilidad de que el club corondino decida retirarse de una liga que dejó de ser seria hace rato y que no aparece para nada objetiva en sus decisiones.
Lo mejor que podría pasarle a esta liga es que sus directivos renuncien en pleno y den lugar a gente con mejores ideas, actitudes y aptitudes para llevar adelante los destinos de una competencia tan pasional como es el fútbol. Esta liga ya perdió seriedad.