El presidente Biden delegó a Kamala Harris la inmigración ilegal, tema del que él mismo se ocupó cuando era vicepresidente de Obama.
Pero el contexto es más delicado para la primera mujer y la primera negra vicepresidenta de Estados Unidos.
Porque Kamala Harris debe enfrentar un número récord en 15 años de detenciones de indocumentados, incluidos menores no acompañados, en la frontera entre Estados Unidos y México, fenómeno que los republicanos atribuyen a la gira en la política migratoria del mandatario demócrata.
Harris llego el domingo a Guatemala, primera etapa de una gira que la llevara a México este lunes. La vicepresidenta va a evocar en su viaje las causas profundas que provocan la migración ilegal y la lucha contra la corrupción. Se reunirá para ello con el presidente guatemalteco Giammattei y lideres sociales.
La visita de Kamala Harris se enmarca en el esfuerzo de Biden por restaurar el liderazgo de su país en el mundo. Pero también por avanzar en una agenda para hacer crecer la economía guatemalteca, enfrentar la crisis climática y de inseguridad alimentaria.
Harris anunció también conversaciones “muy francas y honestas” sobre la corrupción, el crimen y la violencia.
El ombudsman guatemalteco, Jordán Rodas, denunció una regresión acelerada de los derechos humanos en su país y le pidió a Harris presionar al gobierno. Según Rodas, no existen las condiciones para atacar las causas que fuerzan la inmigración irregular en Guatemala.
Una posición que comparte con Marcelo Ebrard, el canciller mexicano. “La prioridad es buscar acuerdos para acelerar el crecimiento de la inversión y el bienestar social en el sur de México, pero también en Guatemala, Honduras y El Salvador”, dijo Ebrard sobre la visita de Harris.
De esta manera “la inmigración seria opcional y no obligada por la pobreza y la inseguridad, agrego el canciller de México”, a donde viajará Harris este lunes en la noche.
Fuente: CNÑ