“A partir de esa fecha corre el plazo de dos años para hacer el puente”, dijo el ministro Lisandro Enrico. El funcionario manifestó la declaración en el marco de una reunión de autoridades provinciales y responsables de las empresas Lemiro Petroboni SA, SE.MI.SA. y Cocivial SA, que conforman la Unión Transitoria a las que se le adjudicó la obra del Nuevo Puente Carretero entre Santa Fe y Santo Tomé. Los funcionarios además aclararon que eso no significará que desde el miércoles próximo se vean máquinas trabajando pero sí que se van a realizar trabajos de topografía del terreno y sobre el río, movimiento del obrador y el despeje de la zona.
La obra tendrá cuatro frentes de trabajo: en ambas localidades involucradas y dos grupos de tareas dedicados a la construcción del puente propiamente dicho, sobre el río. Sobre la cabecera de Santa Fe, se va a demolir el pavimento de hormigón existente, que cuenta con numerosa cantidad de bacheos y losas deterioradas. Luego se construirán dos calzadas de 9,30 m de ancho (dos carriles de 3,65 metros de ancho y una banquina de 2 metros de ancho), una de ellas sobre el terraplén existente (prácticamente coincidente con el pavimento que se demuele) y la otra sobre un terraplén que se prevé construir al norte del existente.
Sobre la cabecera de Santo Tomé, se hará una reconversión del sentido del tránsito existente, que a grandes rasgos se puede resumir en un impedimento del giro a la izquierda por calle Mitre para la mano que circula desde Santa Fe hacia Santo Tomé, y el cambio de sentido de Avenida Mitre en las últimas dos cuadras antes de llegar a la Avenida 7 de Marzo (ingreso al puente Carretero) convirtiéndola en sentido único en sentido sur-norte.
En cuanto al sector del puente, contará con una longitud de 1.300 metros. El proyecto incluye también la protección contra erosión del estribo. Además, se contempla la iluminación de todo el puente, la colocación de defensas metálicas y barandas.
