El Banco Central de la República Argentina (BCRA) cancelará este lunes un vencimiento por USD 1.000 millones correspondiente al Bopreal, el Bono para la Reconstrucción de una Argentina Libre. Se trata del instrumento que la autoridad monetaria otorgó a los importadores para saldar deudas con proveedores del exterior acumuladas durante 2023. El pago deberá realizarse íntegramente con reservas internacionales, lo que reaviva la preocupación del mercado respecto del delicado cuadro cambiario.
De acuerdo con datos del BCRA al último jueves, las reservas brutas se ubicaban en USD 41.959 millones, un nivel que obliga a la entidad a resignar parte de su escaso colchón de divisas en los primeros días de diciembre. A este vencimiento propio del Banco Central se suman otros compromisos en moneda extranjera del Tesoro por unos USD 338 millones, entre pagos a organismos internacionales y una letra emitida por la propia autoridad monetaria.
El comienzo del mes, así, llega cargado de obligaciones en dólares, en un momento en el que el FMI y el mercado presionan para que Argentina acelere la acumulación de reservas y reduzca riesgos. Según estimaciones realizadas bajo la metodología del Fondo Monetario Internacional, el BCRA cerró noviembre con un déficit de USD 16.800 millones en sus reservas netas, lo que obligaría al Gobierno a solicitar un nuevo waiver de metas al organismo.
El economista Fernando Marull analizó que el pago del Bopreal “se hará con reservas, y sí, vamos a hablar de las reservas el lunes: hay pocas”. También recordó el origen del bono: fue entregado “de manera voluntaria” a empresas con importaciones realizadas en 2023 que no habían recibido acceso al mercado oficial de cambios. “En noviembre de 2025, Argentina todavía está pagando el ‘afano’ de 2023”, sostuvo el consultor.
El panorama de vencimientos para 2026 también luce exigente. El país deberá afrontar compromisos por alrededor de USD 17.100 millones, de los cuales USD 4.400 millones corresponden al FMI en enero, otros USD 4.200 millones a organismos internacionales y unos USD 8.500 millones en bonos. Analistas coinciden en que el Gobierno necesita volver a los mercados voluntarios de deuda, algo que solo sería viable si el riesgo país cae a niveles cercanos a los 400 puntos básicos.
En ese contexto, fuentes financieras consultadas por Ámbito consideran probable que el Ejecutivo anuncie en los próximos meses una operación de recompra de bonos con fondos del swap con Estados Unidos, como estrategia para intentar forzar una baja del riesgo soberano y habilitar una nueva emisión de títulos hacia mediados de año.
Mientras tanto, los dólares declarados en el blanqueo del año pasado continúan en buena parte dentro de las Cuentas Especiales de Regularización de Activos (CERA). Desde diciembre, aquellos contribuyentes que exteriorizaron más de USD 100.000 quedarán liberados del impuesto especial, lo que podría generar movimientos en el sistema financiero. Según la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), la exteriorización de capitales superó los USD 24.000 millones, aunque muchos declarantes con montos menores —e incluso algunos mayores— ya retiraron esos fondos tras cumplir con las obligaciones establecidas.
El pago del Bopreal, en este marco, aparece como un nuevo test para la fragilidad financiera del país y vuelve a poner en primer plano la discusión sobre cómo recomponer el nivel de reservas en un final de año marcado por fuertes tensiones.


