Durante el mediodía de esta miércoles, el Centro de Salud del Barrio Las Vegas quedó en medio de una balacera entre dos grupos antagónicos del mismo barrio.
Tiempo atrás y por los mismos motivos se desarrolló una reunión con autoridades de la Región de Salud en la que se comprometieron a proporcionar personal de seguridad privada y la policía de la provincia con un móvil policial para recorrido.
Sin embargo, desde UPCN denuncian que nada de esto ocurrió y es por eso que el único efector de salud del barrio debió cerrar sus puertas y los trabajadores atrincherarse por el peligro de las balas perdidas.
Para poder salir del efector de salud tuvieron que hacerlo acompañados por más de 10 patrulleros y el apoyo de los bomberos.
"No sé puede seguir trabajando en esta situación, en dónde los enfrentamientos a balazos son permanentes y continuos y lamentablemente “moneda corriente” en dicho barrio. Tampoco los compañeros tienen seguridad al trasladarse hacia el Centro de Salud, la mayoría va en bicicleta a realizar sus tareas y los remises ya no quieren entrar al barrio. Desde la U.P.C.N. vemos con mucha preocupación la falta de empatía para con los trabajadores de dicha repartición", expresaron.
Agregaron que exigen que "se concrete lo acordado en la reunión antes mencionada para evitar que la medida preventiva de cierre del Centro por los días 11 y 12 de diciembre en resguardo de los trabajadores, se prolongue en el tiempo, debiendo los vecinos trasladarse al S.A.M.Co para ser atendidos".
Por último, sostienen que "lamentaríamos tener que tomar dicha medida que perjudica a la comunidad que nada tiene que ver con estos grupos de violentos, pero la integridad de los trabajadores corre serio riesgo de permanecer en las condiciones actuales sin ninguna respuesta concreta a los compromisos asumidos por las autoridades de la Región de Salud".
Javier Robledo, encargado de mantenimiento, le dijo a Veo Noticias que "lo que les tocó vivir fue un desastre total, hacia mí, hacia los compañeros que estábamos ahí, no creímos que nos podía llegar a tocar de esa manera, armas al por mayor, corridas, no importó si había niños, mujeres embarazadas. La inmediata reacción de poner cadenas para que no ingresen fue lo que los mantuvo afuera. Busqué a los chicos que estaban jugando afuera y piedrazos en todo el dispensario. Los delegados están tratando de hacer lo que sea para volver pero no están dadas las condiciones".
Diego Gómez, delegado de UPCN, expresó que "la directora tomó cartas en el asunto y determinó enviando notas anunciando que iba a estar cerrado por lo sucedido. Si las medidas no se toman para el lunes tampoco abriremos. Pedimos que se cumpla con lo prometido porque esto no es de ahora, iban a cotizar personal de seguridad, botones antipánico, patrulleros y demás y nada de ha cumplido, llegamos a un pinto sin retorno, estamos cuidando la vida de los compañeros".
Fuente: Prensa UPCN