Quizás sea esta una decisión que refleja un punto de inflexión en la pandemia. Lo que se denomina un antes y un después. Y se trata de una determinación unánime: los 21 miembros del comité de vacunas de la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) recomendaron que ese país comiencen a usar la misma cepa del virus COVID-19 en todas las vacunas contra el COVID-19, incluidas las dosis primarias y de refuerzo.
¿Qué significa esto?, que la dosis de refuerzo bivalente, que se dirige tanto a la cepa SARS-CoV-2 original como a las cepas Ómicron BA.4/5, pronto se convertiría en el único tipo utilizado para todas las vacunas primarias y refuerzos.
El comité escuchó datos de científicos de la FDA, científicos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. y fabricantes de vacunas. La investigación que presentaron sugiere que el refuerzo bivalente genera niveles más fuertes (aunque no dramáticamente más altos) de anticuerpos incluso contra las últimas variantes del virus.
Hasta ahora los fabricantes de vacunas han tratado de mantenerse al día con las variantes en constante evolución, pero siempre han estado un poco por detrás. Las variantes objetivo del refuerzo bivalente, por ejemplo, que la FDA autorizó en septiembre, han sido eclipsadas desde entonces por las variantes más nuevas de Ómicron BQ.1.1, XBB.1 y XBB.1.5
El doctor Ofer Levy, director del programa de vacunas de precisión del Boston Children’s Hospital y miembro del comité, dijo: “A medida que pasamos de la pandemia a la fase endémica, la votación de hoy marca una gran victoria práctica para el pueblo estadounidense. Realmente va a simplificar las cosas y beneficiará a la salud pública”. (Gettyimages)
El paso ahora es estandarizar todas las vacunas para apuntar a las mismas cepas y luego ver si deberían actualizarse en una cadencia regular, haría que la búsqueda de variantes fuera cosa del pasado.
Fuente: Infobae