El presidente del Banco Central, Miguel Pesce, sostuvo que “aún con la suba de tarifas, el Índice de Precios seguirá desacelerándose” y remarcó que el objetivo del Gobierno “es que la inflación sea del 1 por ciento mensual” en el mediano plazo.
El día que se presentó la actualización del Presupuesto 2022, el Gobierno informó que cambió su proyección de inflación al 62% para fin de año. De esa manera, el Poder Ejecutivo elevó 15 puntos porcentuales su estimación de suba de precios en comparación con la firmada con el Fondo Monetario Internacional (FMI) a mediados de marzo. En Casa Rosada admitieron que se trata de un objetivo "ambicioso". Martín Guzmán, en una entrevista reciente, confió en que el dato de mayo mostrará un cambio de tendencia tras el pico de marzo y abril que provocó un alza mayor de precios por el efecto de la Guerra entre Rusia y Ucrania.
La explicación de que las tarifas impactarán "moderadamente" en la inflación se debe a un reciente informe del INDEC. Al margen de que los incrementos serán menores para aquellos que tengan una tarifa social, es sabido que el objetivo del Gobierno es que las correcciones tarifarias sean inferiores a la variación de los ingresos de la población.
El propio Indec salió a informar de cuánto será el impacto inflacionario real que tendrá en el cálculo del Índice de Precios al Consumidor (IPC) en su versión anual, las subas de los servicios públicos.
Según información del Instituto, un aumento teórico del 60% en la tarifa del gas natural de red, tiene una incidencia de 0,3% en el IPC calculado en forma anual para el Gran Buenos Aires, mientras que, a nivel nacional, el mismo es de 0,1%.
En otra referencia, un incremento en la tarifa de electricidad también de 60%, implica una incidencia de 0,2% para el IPC del Gran Buenos Aires y del 0,1% a nivel nacional en el cálculo anual.
Con referencia al suministro de agua de red, un incremento de 60% tiene una incidencia de 0,1% anual en el IPC de GBA, mientras que es marginal en el nacional.
Para tomar una referencia en términos comparativos, los números cambian cuando se trata de una suba en los combustibles. Por ejemplo, se menciona que cada 10% de incremento, existe un 0,15% de impacto directo a lo que se suma una cifra similar de impacto indirecto, lo que habitualmente se denomina incrementos de segunda ronda. Es decir que un incremento de 60% suma un punto porcentual directo en el IPC y otro punto indirecto.
En otro orden, en la misma entrevista con AM750, Miguel Pesce resaltó que "el aumento del precio de los commodities a nivel mundial impactaron en la inflación de la Argentina, que ya era alta" y agregó: “La inflación expresa la puja distributiva entre factores económicos y eso es algo difícil de resolver en nuestro país”. Según su mirada, "la solución a la inflación es el crecimiento económico".
Fuente: Ámbito