El acuerdo paritario alcanzado por el Gobierno de Santa Fe marca un hecho novedoso: por primera vez en la gestión de Maximiliano Pullaro se ofreció un esquema salarial de carácter semestral. La propuesta contempla un incremento total del 7% dividido en tramos (1,5% en julio y agosto, y 1% en los cuatro meses siguientes), además de pisos garantizados de 40 mil pesos en julio y 30 mil en octubre, con impacto en las categorías más bajas. El Ejecutivo remarcó que la decisión se tomó considerando la baja en la inflación, aunque reconocen que la misma se mantiene “amesetada” en torno al 2% mensual.
Pese a que los márgenes de votación en los distintos gremios fueron estrechos, la aceptación terminó imponiéndose en la administración central y en el sector salud. Los docentes, en cambio, rechazaron de forma unánime la oferta, aunque resolvieron no ir al paro. El Gobierno adelantó que, como en otras ocasiones, los aumentos alcanzarán también a quienes no firmaron el acuerdo, ya que se implementarán por decreto. Así, en los primeros días de septiembre se pagarán los sueldos de agosto con el incremento previsto y, posteriormente, se liquidará el retroactivo correspondiente a julio.
La propuesta incluyó, además, un refuerzo para sectores específicos: la jerarquización de un incentivo hospitalario dispuesto durante la pandemia y la extensión del beneficio por Asistencia Perfecta para asistentes escolares. Sin embargo, los gremios docentes calificaron la oferta como “insuficiente” y anunciaron un plan de lucha sin paro. Amsafé iniciará el miércoles 20 con una concentración frente a la sede de Iapos, continuará el 27 en la Caja de Jubilaciones y cerrará con una marcha de antorchas el 3 de septiembre. Sadop y UDA también se sumarán a las acciones, advirtiendo sobre el cierre “unilateral” de la discusión salarial.
De esta forma, mientras el Gobierno provincial celebra el cierre de las paritarias con la premisa de la “responsabilidad fiscal” y la continuidad de obras y servicios, los gremios docentes inauguran una etapa de protestas que, al menos en esta primera instancia, no interrumpirán el dictado de clases.
