El Gobierno decidió postergar la derogación de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) hasta el 2021, si Mauricio Macri y Miguel Ángel Pichetto derrotan a Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner. La decisión fue asumida ayer en la Casa Rosada tras evaluar el contexto político y jurídico: Juntos por el Cambio no tiene los votos necesarios en ambas cámaras parlamentarias y la justicia electoral no avalaría este cisma político a 47 días de las PASO.
La Casa Rosada considera que las Primarias sin competencia electoral son un gasto público inútil, pero también evalúa los costos políticos de proponer su anulación ante un proceso institucional que ya está en marcha. Cambiemos no tiene los votos en el Congreso -se necesita una mayoría especial- y enfrentaría un alud de cuestionamientos proselitistas que sólo beneficiaría a la oposición.
"Es payasesco lo que están planteando. Pierden miles de millones de dólares de reservas y se preocupan por cuánto van a gastar en las PASO. Es un mamarracho parlamentario. Es una actitud absolutamente falta de ética intentar cambiar las reglas de juego cuando ya está iniciado el proceso electoral. Demuestra el miedo que tiene el gobierno de perder las elecciones", dijo Agustín Rossi, jefe de la bancada de diputados del Frente de Todos.
Junto a la obvia chicana electoral del kirchnerismo, el Gobierno ya sabía que la justicia electoral no avalaría un cambio de reglas tan abrupto y complejo. Esa información reservada que llegaba silenciosa a Balcarce 50, alcanzó visibilidad pública cuando Mauricio Macri y sus principales estrategas ya habían decidido postergar todo hasta el 2021.
"Las primarias deben cumplirse, eliminarlas es una decisión política", señaló Jorge Di Lello, fiscal federal con competencia electoral. Y remató: "La suspensión de las primarias depende 100% de los legisladores, para que sea legal esta decisión se necesita la mitad más uno de los miembros de cada cámara legislativa".
Di Lello sabe de normas y de política. Considera inapropiado cambiar ahora las reglas de juego, y marcó el obstáculo parlamentario que Cambiemos no puede superar en la actual coyuntura: sin los votos del peronismo, la propuesta de Alfredo Cornejo -titular del radicalismo- y de los legisladores oficialistas Graciela Ocaña, Pamela Verasay y el diputado Luis Petri, es sólo un gesto institucional al comienzo de la campaña proselitista.
En este contexto, Rogelio Frigerio, Francisco Quintana, Humberto Schiavoni y Sebastián de Luca se reunieron en las oficinas del ministerio del Interior en Balcarce 50. En el cónclave analizaron la arquitectura electoral de Juntos por el Cambio y además trataron la posibilidad de avanzar con el debate legislativo de un proyecto que suspenda las PASO.
El ministro Frigerio llamó por teléfono al jefe de Gabinete, Marcos Peña, que volaba hacia Beijing y también se comunicó con el gobernador Cornejo, que empuja la necesidad de reformar las PASO para evitar un gasto público innecesario. Peña, Cornejo, Frigerio y los otros protagonistas del cónclave finalmente resolvieron postergar la discusión legislativa hasta el 2021.
Entonces, el próximo 11 de agosto se gastarán 3.000 millones de pesos en las PASO, ante la imposibilidad de acordar entre el oficialismo y la oposición.
Fuente: Infobae