Cristian Dupuy está ansioso. Quiere que llegue cuanto antes el 2 de febrero. Quiere que sean los 12 del mediodía de ese jueves para estar adentro de la sala principal de los tribunales de Santa Rosa. El papá de Lucio Dupuy, el nene cruelmente asesinado el 26 de noviembre, siente la necesidad de escuchar la decisión de la justicia con respecto a la progenitora del chiquito y su novia, las principales acusadas del crimen.
El día del veredicto los jueces decidirán si Magdalena Espósito Valenti, la mamá de Lucio, y su novia, Abigaíl Páez, son condenadas a prisión perpetua o absueltas. Por el cumulo de pruebas en su contra expuesto en el debate oral, la lógica indica que debería ser condenadas. Eso es lo que espera el papá de Lucio y lo expresa en su diálogo con Infobae: “Hoy si confío en la justicia, antes no. Antes me falló. Pero hoy confío en que el veredicto sea el que nosotros pedimos y el que se merecen”.
La acusación contra las dos mujeres es sumamente grave. Insume un párrafo entero: “Abuso sexual gravemente ultrajante por las circunstancias de realización con acceso carnal vía anal con un objeto; agravado por haber sido cometido por la ascendiente; con el concurso de dos personas y aprovechando la convivencia con la víctima menor de 18 años; todo como delito continuado; en concurso real con homicidio calificado por ser la ascendiente, por ensañamiento y alevosía”. A eso, la querella le agregó el agravante de “odio de género”.
En una de las audiencias del juicio oral, se expusieron una serie de conversaciones entre Cristian y la progenitora de Lucio en el que el padre mostraba interés en el nene y luchaba por no entregar la tenencia. “Conmigo va a estar muy bien”, decía en esas charlas la ahora acusada de asesinarlo. A la luz de los hechos, una frase que suena hasta siniestra.
Hace dos semanas, Cristian Dupuy decidió exteriorizar sus sentimientos. Lo hizo a través de una desgarradora carta en Facebook dirigido a su hijo, Lucio Abel: “Te extraño. Lo he intentado y es inútil, llevo un tiempo tratando de soltarte, pero es totalmente inútil intentar olvidar algo que está y siempre estuvo tan dentro de mí. Es imposible olvidar la sensación de cuando llegaste al mundo y te entregaron a mí envuelto en mantitas, imposible olvidar lo desgarrador y doloroso (que fue) verte en un cajón, cuando la ley de la vida dice que un hijo debe enterrar a su padre, y no así como pasó”, comenzó expresando.
“Una tortura constante vive en mí, recordando esa hermosa risa, y tu vocecita diciéndome ´papi’. Tu hermana sigue nombrándote, no te olvida y nunca lo va a hacer, porque tu recuerdo vive en nosotros y, con el amor que te tenemos, jamás podremos olvidarte. Mi papito, deseo que la vida me pase rápido, disfrutando de todo lo que tengo para volverte a ver. Te extraño”, cerró.
El día de la sentencia, la familia Dupuy estará presente en Santa Rosa. Cristian es, por ahora, el único que tiene asegurado estar dentro de la sala de audiencias, ya que no es un juicio público.
Por estas horas, a Cristian lo movilizan la ansiedad por el veredicto, la necesidad de justicia por su hijo: “Estamos expectantes y va a ser un día muy importante para nosotros y para la sociedad. Ojalá se dé la perpetua”.
Fuente: Infobae