En 1962 se inauguró y en 1995 dejó de funcionar oficialmente. Pasó el tiempo y la estructura de madera y durmientes en su mayoría corren riesgo de derrumbe parcial o total con todo lo que eso implica.
Al respecto, la concejala Jorgelina Mudallel explicó que “tenemos una idea sobre este puente” y agregó que “queremos saber qué hacemos con el puente Palito, es una carta que evidencia la desidia y el abandono, está deteriorado, y hay que tomar una decisión, hubo proyectos para remover los camalotes, el riacho fue obstaculizado por la crecida y hubo situaciones climáticas e hídricas” y se refirió a “los durmientes, su estado, esto es un problema para los navegantes, para el uso del riacho, recordemos que es un bien de protección directa cautelar. Hay una comisión que debe decidir qué se hace con ese patrimonio”.
La vice segunda del Concejo aclaró que “hay que ver cómo usar lo que queda, el Ejército dijo que es imposible restaurarlo, entonces veremos de usar los durmientes, reciclarlos y generar algún tipo de situación, tenemos una idea y esperamos que el Concejo lo acompañe”.
Sobre por qué se llegó a esta realidad, Mudallel opinó que “falta de gestión, de decisión, de inversión, anticiparnos a este estado, el puente es peligroso para los que quieran hacer actividades náuticas en la Vuelta del Paraguayo, Alto Verde, fue camino alternativo cuando había problemas con la Ruta 168, pero hoy no se puede usar”.
Su historia
Carlos Sylvestre Begnis lo inauguró luego de varias charlas y recorridas con Demetrio Gómez, el histórico vecinalista de Alto Verde cuyo nombre quedó grabado en la calle principal del distrito. El mandatario concretó la obra que demandó unos tres años y en 1962 se comenzó a usar la primera conexión vial.
Las canoas, botes y embarcaciones, no dejaron de ser usadas pero compartían con los autos, chatas y algún que otro colectivo, el ingreso a Alto Verde.
Por su forma le pusieron el apodo de “Puente Palito”, y su utilización se extendió hasta 1995 cuando fue inaugurado el viaducto Héroes de Malvinas y quedó casi como un paseo y un lugar usado como trampolín para tirarse peligrosamente al riacho.
Tras la bajante de 2021 se notó que el sistema de puente estaba en muy mal estado, a lo que hay que agregar luego la crecida de 2023. El Palito estaba compuesto por una estructura total de 90 metros de largo, 3,70 de ancho de calzada, y nueve metros de altura. Los trabajos estuvieron a cargo de militares de Pontoneros y demandó tres años.
