Juan Trento
Este lunes se realizó la necropsia en el cadáver del preso de la cárcel de Las Flores que fue hallado muerto dentro de una celda, -y se trataría de un suicidio- y que primero se creyó que se trataba de otra persona, pero con el paso de las horas y con la identificación definitiva se supo que en realidad se llamaba Cristian Bruno Figueroa de 23 años, quien estaba detenido como presunto autor con responsabilidad criminal en la ejecución del disparo mortal que terminó con la vida del empresario santafesino, Hugo Oldani cuando promediaba el mes de febrero de 2020. Figueroa protagonizó un acto de rebeldía, fue sacado de su celda y de su pabellón, y alojado en el denominado pabellón de resguardo, y se cree que con un borde de colchón se quitó la vida colgándose de un barrote. El fiscal de Homicidios del Ministerio Público de la Acusación, Martín Torres, cuenta con una extensa carta de 22 carillas que dejó Figueroa y con su teléfono celular, como con el aparato de su compañero de celda, aunque no fue descartada ninguna hipótesis respecto de la muerte en plena investigación: suicidio, asesinato o inducción al suicidio.
El ardid de la rebeldía
Conforme a los datos que fueron surgiendo con el paso de las horas, se supo cómo acontecieron los sucesos que se iniciaron en el mediodía del domingo, cuando Figueroa, discutió con un penitenciario y le arrojó la comida que le llevó a su celda. Esa situación determinó que el suboficial lo sacara de su celda y de su pabellón, y fuera llevado a otro pabellón denominado de resguardo, y a otra celda como consecuencia de su mal comportamiento, aunque Figueroa se hizo pasar por su compañero de celda cuando se produjo el traslado. No reveló su verdadera identidad, y tampoco fue hallado su Documento Nacional de Identidad DNI.
Fallecido
Después, cuando promediaba la tarde del domingo, un suboficial del pabellón de resguardo halló el cadáver de Figueroa en la celda e inmóvil. Convocaron al médico de guardia en primera instancia, luego al médico policial, creyeron que se trataba de un interno de apellido Martínez -su compañero de celda- pero con el paso de las horas, comprobaron que era Cristian Bruno Figueroa de 23 años.
Presunto disparador del suicidio
Con el paso de las horas y de la investigación, se supo que oficiales y suboficiales del Servicio Penitenciario santafesino, que revisaron la celda de alojamiento original de Figueroa, hallaron una carta manuscrita de 22 páginas y le secuestraron su teléfono celular y que entre jueves y viernes con asistencia de su letrado se reunió con los fiscales de la causa que le hicieron saber que su condena como presunto autor del crimen del empresario de Hugo Oldani sería de 25 años de prisión, estimando que esa situación pudo derivar en toda la maniobra de rebeldía en su celda y pabellón original para ser trasladado al pabellón de resguardo, y cuando estuvo solo alojado en una celda, quitó el borde de un colchón que uso como soga para colgarse desde lo alto de un barrote.
Protocolo de Minnesotta
Como la custodia de Figueroa estaba bajo la responsabilidad del Servicio Penitenciario provincial, debió aplicarse el protocolo de Minnesota que es el que rige para detenidos que mueren cuando son custodiados por agentes del Estado, y sobre esa materia trabajan ahora los funcionarios del Servicio Público Provincial de la Defensa Penal, como con los otros internos que compartieron los últimos días con Figueroa.