En mayo se llevó adelante una operatoria que permitirá que el río Paraná alcance una altura suficiente para obtener temporariamente condiciones de navegabilidad del Paraná que se ve afectada por una bajante histórica en su caudal, principalmente ocasionada por el pronunciado déficit de precipitaciones que afecta a toda su cuenca a consecuencia de los efectos del fenómeno de “la Niña”.
Sin embargo desde el Instituto Nacional del Agua advierten que tras el aporte de agua "se está registrando un rápido retorno a los valores previos de caudal, muy inferiores a los valores normales y pudiendo aproximarse a los mínimos históricos.
La tendencia climática regional, con horizonte al 31 de agosto, presenta una perspectiva desfavorable, con baja probabilidad de una recuperación franca en los próximos meses".
El río Paraná tiene un una altura de un metro, según el último registro de Prefectura Naval Argentina en el Puerto de Santa Fe.
En dialogo con Veo Noticias, Ricardo Giacosa, ingeniero del organismo nacional, manifestó que "el último pronóstico coincide con un descenso marcado, hubo una leve recuperación y estamos en periodo estacionario producto que Brasil abrió las compuertas a requerimiento del Gobierno paraguayo pero las cerraron porque era insostenible".
Y agregó que "hoy estamos en un metro producto de esta liberación de agua pero se va a mantener hasta el 15 de junio en 0,70/ 0,80 metros. Luego, el pronóstico trimestral hasta el 31 de agost5o no hay previsto lluvias, se puede decir que es desfavorable en cuanto a niveles".