Esta tarde alrededor de las 14, en inmediaciones de calle Guemes al 8100 en el barrio Coronel Dorrego en el noreste de la capital santafesina, un hombre fue emboscado y acribillado a balazos. La víctima, Leopoldo Romero de 31 años fue trasladado por dos mujeres en un auto particular hasta el nuevo hospital Iturraspe, donde falleció antes de las 16, ya que uno de los impactos de bala fue en el tórax y en la espalda, perforando zonas vitales que desencadenaron en su muerte a las 15,40. Las mujeres que trasladaron al herido, se negaron a proporcionar información sobre la ejecución a balazos de la que fue objeto Romero, y sí señalaron de manera enfática e inequívoca a los policías del destacamento hospitalario: "esto es problema de ellos, y lo van a arreglar entre ellos". Policías de Cuerpos y de Orden Público, supieron por haberlo mencionado algunos vecinos, que no sería extraño al suceso un tal "Gorda" Leo. Después se sumaron a la investigación y a los peritajes criminalísticos, pesquisas de Homicidios y del área Científica.
El pedido de auxilio
Dos mujeres que viajaban en un automóvil VW Golf a gran velocidad y con pañuelos blancos exhibidos con los brazos en alto por las ventanillas del vehículos, al llegar a la intersección que forman las avenidas Aristóbulo del Valle y Gorriti, le hicieron señas a la una camioneta del Cuerpo Guardia de Infantería CGI -Cuerpos- de la policía capitalina, y a viva voz les transmitieron que llevaban a un herido de bala. Los policías las acompañaron hasta el nuevo hospital iturraspe, y al llegar, la víctima Leopoldo Romero de 31 años fue asistido por los médicos de la Emergentología en el shockroom para pacientes en estado crítico, que intentaron estabilizar y compensar, pero falleció una hora y media después de su ingreso como consecuencia de varios impactos de bala.
Denuncia
Simultáneamente con el traslado de la víctima, los vecinos que viven en inmediaciones de calle Guemes al 8100, denunciaron una intensa balacera ocurrida en el lugar y con un hombre tendido en la calle y ensangrentado. Al lugar llegaron oficiales y suboficiales de la Comisaríua 8° y se sumaron en colaboración los de la Comisaría 26° del barrio Nueva Pompeya -Orden Público- y también del Comando Radioeléctrico CRE y del Cuerpo Guardia de Infantería CGI -Cuerpos- que preservaron el lugar y dialogaron con los vecinos que solo atinaron a decir "escuchamos decenas de balazos y gritos en la calle, cuando salimos Romero estaba tirado". Los policías de Orden Público y de Cuerpos buscaron a testigos del crimen como también imágenes de cámaras de videovigilancia públicas y privadas que pudieran contener el desarrollo del ataque criminal que desembocó en el tercer homicidio de 2023 en la ciudad de Santa Fe.
Problemas de ellos
Las dos mujeres que llevaron a Romero hasta el nuevo hospital Iturraspe, y que fueron entrevistadas por los policías del destacamento hospitalario, solo atinaron a decir lacónica pero enfáticamente: "esto es problema de ellos, y lo van a arreglar entre ellos". Es decir, fue una emboscada seguida de una ejecución a balazos con armas de grueso calibre. Secuestraron vainas y ojivas de pistola calibre 9 milímetros y de pistola calibre 380, en ambos casos son armas de guerra.
Peritajes criminalísticos
Informaron la novedad sobre la ocurrencia del homicidio de Romero, a las Jefaturas de la Unidad Regional I La Capital y de la Agencia de Investigación Criminal AIC, ambas de la Policía de Santa Fe, y éstos hicieron lo propio con el fiscal de Homicidios del Ministerio Público de la Acusación Estanislao Giavedoni, que ordenó obtener imágenes de cámaras de videovigilancia públicas y privadas que pudieran existir en la zona, además de testigos que pudieran aportar información sobre el crimen. En la misma orden, el traslado del cadáver de Romero a la morgue judicial para la realización de la necropsia, y finalmente, los agentes del área Científica de la AIC, realizó los peritajes criminalísticos de rigor en la escena del crimen, donde fueron secuestrados