Este sábado a las 22, en la avenida Avellaneda y calle Ibarlucea en la ciudad de Rosario, dos motociclistas emboscaron a los dos ocupantes de una camioneta blanca y les descerrajaron una lluvia de balazos. La mayoría de los tiros impactaron en la humanidad de sus ocupantes que quedaron completamente ensangrentados. Varios hinchas de Rosario Central, auxiliaron a las víctimas e inmediatamente los reconocieron. Andrés "Pillín" Bracamonte de 52 años y líder histórico de la barrabrava y desde hace más de dos décadas del Club Rosario Central. El otro, su segundo en el mando, Daniel "El Rana" Atardo, de 55. Ambos fueron auxiliados y trasladados al hospital Centenario, los médicos los revisaron, pero ambos ingresaron muertos. La llegada de los familiares de ambos, Bracamonte y Atardo, generó disturbios, y la Jefatura de la Unidad Regional II Rosario de la Policía de Santa Fe, desplazo a oficiales y suboficiales de Infantería para asegurar el orden y permitir el normal desenvolvimiento del trabajo de médicos y enfermeras del nosocomio público.
Se veía venir
Desde hacía bastante tiempo, Bracamonte le venía escapando a la muerte. En la noche del sábado 10 de agosto, después del clásico que jugaron el local Rosario Central y su eterno rival, Ñuls, Bracamonte estaba en ese momento dentro de su automóvil con una mujer de 34 años que es su actual pareja, cuando dos desconocidos les dispararon a mansalva desde atrás. Ambos, ella y él, resultaron con heridas leves, y vaya paradoja del destino, ambos fueron trasladados al hospital Centenario. Los pesquisas policiales que llegaron al lugar y observaron las evidencias del ataque, coincidieron unánimemente respecto de ambas víctimas y el calibre que usaron los sicarios: "es un milagro que ambos estén vivos". Bracamonte, había sorteado varios ataques, y su poder en la tribuna "Canalla", estaba seriamente discutido por los integrantes de las nuevas generaciones. Con respecto a los asesinos, si fueron o no los mismos, tomaron nota del yerro de hace tres meses. Anoche no fallaron. Los emboscaron y los asesinaron a balazos en pocos segundos.
La investigación policial y judicial
Este aparece como esos típicos casos criminales donde son tantos los enemigos de la víctima, que todos de una u otra manera aparecen como sospechosos de haber consumado el bestial asesinato, que es casi seguro, que también tiene uno o varios autores intelectuales, y después los sicarios o ejecutores materiales que fueron los que consumaron el asesinato. Aquí, varias cuestiones subyacen en el análisis de los investigadores y analistas criminales, tanto policiales como judiciales. Por un lado, Bracamonte y Ataro, estuvieron en cercanías del estadio El Gigante de Arroyito -no podían entrar al estadio aplicación del Derecho de Admisión-, y no vieron el partido entre Rosario Central y San Lorenzo, donde al final del partido el local perdió por uno a cero con San Lorenzo. Bracamonte y su segundo en el paravalancha canalla, Daniel "El Rana" Ataro se fueron en la camioneta blanca. Evidentemente, los tenían "marcados" y entonces los siguieron por espacio de cuatro cuadras y cuando llegaron a bulevar Avellaneda y calle Ibarlucea y detuvieron la marcha en el semáforo, aparecieron los dos sicarios en una moto. Y esta vez, no les dieron tiempo a nada, cuando Ataro frenó, -Bracamonte iba en el asiento del acompañante- fueron ejecutados bajo una intensa lluvia de balazos. Para cuando algunos hinchas de Rosario Central los reconocieron, auxiliaron y trasladaron al hospital Centenario, los dos ya estaban muertos.
Peritajes criminalísticos
Informaron la novedad sobre la ocurrencia del doble crimen de Bracamonte y de Atardo a las Jefaturas de la Unidad Regional II Rosario y de la Policía de Investigaciones PDI, ambas de la Policía de Santa Fe, y éstos hicieron lo propio con el fiscal de Homicidios en turno Alejandro Ferlazzo, que ordenó que los dos cadáveres sean trasladados al Instituto Médico Legal de la ciudad de Rosario para que los médicos forenses realicen la necropsia. La identificación de testigos que pudieran aportar información sobre la consumación del ataque criminal y el secuestro de imágenes de cámaras de videovigilancia públicas y privadas de la zona de bulevar Avellaneda y calle Ibarlucea donde fue consumado el doble crimen; como también la realización de los peritajes criminalístico en la escena del crimen, y el secuestro de la camioneta Chevrolet S-10 blanca con chapa patente AF 723 JF, propiedad de Atardo y en la que viajaban ambas víctimas. Los peritajes criminalísticos de rigor fueron realizados por los agentes del área Científica de la PDI. Fueron secuestradas seis vainas servidas de pistola calibre 9 milímetros, y los dos teléfonos celulares de ambos víctimas.