Por medio de un comunicado, el Presidente comunal de Cayastá, Edgardo Berli, se refirió a la situación de emergencia hídrica que vive la localidad de la costa santafesina donde indica que: "Por la geografía propia de nuestro pueblo, vivimos una coyuntura distinta a la de Helvecia, Santa Rosa o Saladero Mariano Cabal. Esto se debe centralmente a la altura que tenemos, las cotas son más altas. Nuestra preocupación, que alertamos oportunamente al gobierno provincial para que intervenga con sus dependencias, es que con las lluvias y la crecida del río se empezaron a erosionar las barrancas y eso hace que peligren las casas. Hay más de 50 viviendas en riesgo. Ese es el riesgo mayor que afrontamos por esta emergencia hídrica derivada del aumento del caudal del río".
Gestiones sin respuestas
Por otra parte, Berli recordó que hace ya varios meses tuvieron reuniones con la Secretaría de Recursos Hídricos, Protección Civil y otros actore. ‘Eso fue durante julio, cada presidente comunal del departamento Garay planteó al gobierno provincial las situaciones particulares de cada localidad, y que tipo de intervención estatal se requería para amortiguar o prevenir daños.
"Lamentablemente no tuvimos respuesta de ningún tipo. Días pasados nos convocaron a una reunión en la Secretaría de Recursos Hídricos y tuvimos la misma conversación de hace cuatro meses. Es lamentable, parece que tenemos que tener el agua al cuello, como reza el dicho popular, para que la provincia active sus mecanismos de acción concreta. Esto ha sido así durante muchos años, más allá de los gobiernos de turno. Tenemos esperanza que con el nuevo gobierno esta situación cambie, necesitamos una mirada más respetuosa del Departamento Garay, trabajar en conjunto’, remarcó.
Solicitan prudencia a los conductores de la Ruta 1
El crecimiento del nivel del río ha derivado en la inundación de islas y diversas áreas productivas, acelerando el desplazamiento del ganado. El presidente comunal estimó en esa zona entre 20 mil y 30 mil cabezas de ganado en la zona de isla. "Se está apreciando una cantidad de animales que abandonan la zona de islas, ante las inundaciones de las mismas.
Muchos productores no consiguen espacio, los campos están colapsados. Por ello a lo largo de toda la Ruta 1, se observan animales pastoreando en las banquinas. Es por eso que solicitamos precaución para todo aquel que transite esta vía de comunicación. No solo se van a encontrar con productores que están cruzando animales de un lado a otro sino también con productores que están pastoreando a la vera. Es compleja la situación.
Además, hay que tener en cuenta que la falta de pasturas por la sequía, la escasez de forraje, maíz y otros insumos complejiza el retorno del ganado a la isla ".
Más allá de este escenario descripto, conviene aclarar que no existe por el momento afectación sobre la población. "Estamos sobre la problemática de la emergencia hídrica, como siempre lo hemos hecho, sin sobredimensionar, pero atendiendo la situación con permanente monitoreo. Esperamos que pronto las aguas vayan descendiendo", finalizó el funcionario.
La situación de las ruinas de Cayastá
La comuna recibió un anticipo de dinero correspondiente al convenio firmado hace un año con el gobierno provincial para enfrentar las consecuencias del incendio que sufrió este espacio histórico, en diciembre
de 2021. El dinero recibido se destinará a la compra de material que será acopiado en principio y luego utilizado en obras para proteger el espacio histórico.
La demora pronunciada en el envío de dichos fondos, hacen que los mismos estén lejos de adecuarse a los presupuestos actuales por el proceso inflacionario que vive el país, explicaron las autoridades. Por este motivo se iniciaron trámites para la actualización de los fondos que se recibirán a futuro para concretar las distintas etapas de la obra.
El incendio de 2021 causó daños importantes, cuando pastizales ardieron en medio de una sequía pronunciada destruyendo parte del “Parque Arqueológico Santa Fe la Vieja”, lugar considerado Patrimonio Histórico de la Humanidad. El fuego también había afectado la reserva natural de la localidad y el campamento cultural, arrasó además la casa de la familia Vera Mujica y parte del mobiliario que se encontraba en el interior.